CIUDAD DE MÉXICO — Un juez inició un proceso a Rosario Robles, exsecretaria de Desarrollo Social y Desarrollo Urbano durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, por conocer el desvío de fondos y no denunciarlo y dictó su prisión preventiva, con lo que se convirtió en el primer miembro del gabinete del exmandatario en pisar la cárcel.
Robles está acusada de “ejercicio indebido del servicio público”. Según la fiscalía, tuvo pleno conocimiento de irregularidades y desvíos de fondos desde junio de 2014 pero no las denunció, lo que afectó los intereses y el patrimonio de las dos secretarías en las que estuvo como titular y ocasionó daños a las arcas públicas que la fiscalía cifra en 260 millones de dólares.
La exsecretaria manifestó su inocencia. “Confío plenamente en la autonomía del Poder Judicial por eso estoy aquí”, dijo en sus más recientes declaraciones a la prensa durante la audiencia. “Con las faldas bien puestas, tomando el toro por los cuernos y dando la cara”.
Robles es el primer miembro del gabinete de Peña Nieto que pisa la prisión, aunque sea de forma preventiva.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia matutina, no quiso pronunciarse el martes sobre la posibilidad de que Peña Nieto pueda ser vinculado con la investigación. “El proceso está abierto”, dijo tras reiterar la autonomía de la fiscalía y del Poder Judicial.
“El juez va a decir si hay que llamar a declarar a otras personas”, afirmó.
La fiscalía también tiene abiertos varios casos contra el exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, durante ese periodo (2012-2018) y contra quien se emitieron varias órdenes de captura.
Las denuncias de corrupción fueron uno de los principales problemas de la presidencia de Peña Nieto, un mal que el actual mandatario se comprometió a erradicar aunque todavía no ha habido ningún alto cargo del anterior gobierno condenado.
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