El impacto de las protestas en el turismo está al borde de ser catastrófico para Hong Kong, uno de los grandes destinos turísticos del mundo, que acostumbraba a recibir 65 millones de visitantes al año.
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Es poco probable que el número de visitantes se mantenga en septiembre, debido a la reciente violencia y el caos relacionados con las protestas.
Fueron canceladas El Carnaval del Dragón en junio pasado, cuando las protestas comenzaron, y un festival de vino y cena programado para finales de este mes.
Campanita contempla filas de asientos vacíos en el tren a Disneylandia de Hong Kong, que estaba mucho más ocupado antes de que los turistas se asustaran por las protestas antigubernamentales que sacuden este centro internacional de negocios y diversión.
No hay que esperar para los besos y abrazos de Mickey y Minnie Mouse ni hacer cola en la mayoría de las atracciones, donde individuos en busca de emociones son tan escasos que el Almirante Ackbar de Star Wars habla consigo mismo en la oscuridad.
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Las manifestaciones, a menudo violentas, se encuentran en su quinto mes y aunque es duro para los negocios locales, es genial para los fans de Disney y turistas que encuentran mejores ofertas en las tarifas de los hoteles.
En Victoria Peak, los restaurantes con impresionantes vistas nocturnas de los rascacielos iluminados con luz de neón de la ciudad, están vacíos.
Las interminables colas de turistas para el tranvía del siglo XIX hasta la cima son ahora sólo un recuerdo.
“Está desierto”, dijo Dyutimoy Chakraborty, que dirige un reconocido restaurante frente al Peak Tram.
El restaurante ha perdido casi la mitad de sus ingresos entre semana, agregó.
Hong Kong recibió 2,3 millones de visitantes menos en agosto en comparación con el año anterior, en gran medida por viajes que la gente de otras partes de China ya no está haciendo al territorio semiautónomo chino.
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