Como parte del Día Internacional de la Niñez, un grupo de jóvenes instó a la clase política a realizar cambios en la política pública del país que les afecta de cerca como establecer presupuestos participativos en las escuelas y ampliar las leyes de violencia doméstica para menores de edad.
El encuentro juvenil tuvo como sede la Fundación Popular en Hato Rey y se discutió tres problemáticas del país desde una óptica juvenil: violencia de género en la juventud, cambio climático y educación.
Para el joven Julián Nazario, de 15 años de edad, el sistema educativo del país requiere una amplia transformación que debe incluir la adopción del método de presupuesto participativo en las escuelas y aumentar el alcance de las escuelas Montessori. “Todos sabemos que educación tiene uno de los presupuestos más grandes de Puerto Rico y de alguna manera tenemos los mismos problemas que teníamos hace 10 y 20 años atrás”, comentó el joven oriundo del pueblo de San Germán.
Mientras que Baruc Tort criticó que el gobierno no esté adoptando más mecanismos para detener el cambio climático o lo que catalogó una “crisis climática”.
“Actualmente hay muy pocas leyes que estén ayudando a mitigar los problemas que ejerce el cambio climático”, señaló. El joven de 17 años opinó que hace falta más educación en temas de cambio climático para que las personas puedan exigirle mayor acción a las instituciones gubernamentales. “Cuando tienes un pueblo educado son mas capaces de lograr que la rama ejecutiva haga los cambios que exigen”, precisó.
Por su parte, Deborah Soler, planteó la urgencia que se acojan protocolos en las escuelas del país para combatir con la violencia psicológica en el noviazgo juvenil. “No hay un protocolo que trabaje la violencia psicológica en nuestras escuelas. Eso es una alerta gigante porque nuestros jóvenes aparte que no hay educación en el aspecto de violencia de género, no hay educación de qué términos ellos pueden utilizar para recurrir a ayudas en las agencias gubernamentales”, mencionó.
Asimismo, los tres jóvenes coincidieron en que las discusiones del país no deben limitarse a espacios exclusivamente para adultos y deben procurar las voces juveniles.
“Las personas adultas no consideran que tenemos la capacidad para aportar para erradicar estas problemáticas y nosotros le decimos y le pedimos que no solo somos el futuro, somos el presentes”, sentenció Soler, de 19 años de edad.