Puede que el Negociado de Ciencias Forenses (NCF) ya no enfrente el problema que representaba la acumulación de cadáveres a la espera de una autopsia, pero la comisionada María Conte Miller reconoce que aún queda trabajo por hacer para lograr que la dependencia alcance un nivel de funcionamiento óptimo.
Antes de que acabe el año, el NCF espera contar con 52 nuevos empleados, repartidos por las diversas áreas de trabajo, informó la comisionada durante un recorrido que realizó junto a la prensa por las instalaciones de la agencia en Río Piedras.
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De acuerdo con Conte Miller, el proceso de reclutamiento y entrevistas para llenar estas vacantes culminó y solo resta completar la contratación para que estos empleados puedan entrar en funciones.
“Se seleccionaron 52 peritos que van a ser de nuevo reclutamiento o transitorios que pasan a ser (empleados) permanentes (en las áreas de) serología, química forense, control y custodia de evidencia, evidencia digital e investigadores forenses”, indicó la comisionada, quien en octubre regresó a dirigir la agencia, luego de hacer lo propio entre 2009 y 2012.
Aunque no desglosó cuánto personal se dirigirá a cada área, Conte Miller indicó que la división de balística, por ejemplo, está operando con apenas 11 expertos, siete por debajo de la cifra óptima, mientras en serología “se necesitan como 10 (adicionales) más o menos”.
El secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Elmer Román, admitió que el NCF juega un papel fundamental en el esclarecimiento de casos, particularmente homicidios y agresiones sexuales.
En octubre, Metro reveló que las autoridades apenas han logrado esclarecer el 31 % de la muertes violentas registradas este año.
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“Lamentablemente, Puerto Rico tiene una de las tasas de esclarecimiento más bajas en la nación. De la única manera que puedes trabajarlo es con personal, recursos, la certificación de los equipos. Y por eso es que estamos trabajando ahora con el presupuesto de este año. Tuvimos casi 2,000 personas que aplicaron para las posiciones que se hizo la convocatoria”, precisó Román.
Román agregó que en enero revaluarían el panorama para determinar cuántos empleados adicionales buscarían reclutar, ya sea en el primer semestre del 2020 o de cara al año fiscal 2021.
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A la caza de patólogos
Durante el recorrido, la prensa tuvo acceso a un área desde la cual se pueden observar las 10 mesas ubicadas en la sala de autopsias. En las mesas, en el día de ayer, apenas se encontraba el cuerpo de un hombre asesinado durante el fin de semana, mientras una patóloga y su ayudante intentaban, según Conte Miller, determinar la “trayectoria” que siguió la bala que le arrebató la vida.
Al momento, el NCF cuenta con seis patólogos a tiempo completo, además de otros tres que trabajan por contrato.
La solidez de la división de patología es uno de los requisitos que la dependencia debe cumplir para recuperar la acreditación de la National Association of Medical Examiners, que de momento mantiene un estatus “provisional”.
Conte Miller explicó que se encuentran en “conversaciones” con el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico para incorporar dos especialistas de la institución que puedan capacitar a los patólogos que ingresan al NCF.
Sobre la acumulación de los SAFE kits, que almacenan muestras de ADN que ayudan a identificar a perpetradores de agresión sexual, la funcionaria indicó que en diciembre deberían recibir los primeros 129 análisis realizados en un laboratorio en Virginia.
En total, el NCF envió 750 SAFE kits al laboratorio. La expectativa es que, al finalizar el año fiscal, se hayan recibido todos los resultados, de manera que el NCF pueda continuar enviando muestras. Según información del negociado, la cantidad de material sin analizar, producto de una agresión sexual, superaba los 2,300.
Aunque ya en el NCF no quedan cadáveres a la espera de autopsia, Conte Miller sostuvo que hay unos 30 guardados a la espera de ser reclamados. Una vez pasan 10 días después de un anuncio público sin que sea reclamado, la dependencia procede a cremar el cuerpo.