“El mejor regalo navideño desde Jesús”. Con esas palabras, Lauren Chalk se refirió al nacimiento de su hijo Wyatt, quien vino al mundo el pasado 2 de diciembre, días después de que ella se enterara de que estaba embarazada.
La historia sucedió en el estado de Tennessee.
Según explicó Chalk en una entrevista televisiva, la familia había descartado los planes para tener hijos tras tener dos abortos espontáneos.
“Mi esposo y yo simplemente nos habíamos figurado que no estaba en nuestras cartas tener hijos”, afirmó la ahora madre.
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Chalk se enteró de su embarazo el sábado antes del Día de Acción de Gracias, descubriendo a la vez que llevaba 38 semanas en estado de gestación.
“No creo que pueda amar a nadie más de lo que amo a Wyatt. Es el mejor regalo que nadie pudiese darme”, puntualizó.
La madre fue diagnosticada durante su adolescencia con el Síndrome de Ovario Poliquístico, lo que explica por qué no sabía que esperaba un niño.
La condición causó que tuviera ciclos menstruales irregulares, y -según explicó- su ropa no le dejó de servir en el proceso.