Enfrentamientos entre la policía y manifestantes antigubernamentales, algunos con gorros de Santa Claus, volvieron a surgir en Hong Kong el martes, cuando las manifestaciones que ya llevan más de seis meses tienen toda la apariencia de prolongarse al próximo año.
Manifestantes vestidos de negro destrozaron escaparates, mientras la policía respondía con gas lacrimógeno y el arresto de una cantidad todavía indeterminada de gente.
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No parece que vayan a terminar las protestas que exigen mayores derechos democráticos a pesar de la abrumadora victoria de candidatos en contra del establishment en las elecciones para representantes de distrito de principios de mes.
Las protestas del domingo se concentraron en el distrito Mong Kok, de clase trabajadora. En respuesta, la policía persiguió a presuntos manifestantes en centros comerciales y trenes subterráneos.
