Un grupo de milicianos atacó esta mañana una base militar en Kenia usada por tropas de ese país y de Estados Unidos y destrozaron aeronaves y vehículos estadounidenses, informaron las autoridades.
El Comando Militar de Estados Unidos en África confirmó el ataque contra el campamento Simba en el condado Lamu del país.
El vocero coronel Christopher Karns, sin embargo, calificó de “exageradas” las aseveraciones de al-Shabab –grupo extremista que se atribuyó el ataque– de haber causado cuantiosas bajas. En el campamento hay unos 100 militares estadounidenses, según el Pentágono.
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Un reporte interno de la policía keniana, visto por la agencia AP, afirma que dos aeronaves, una estadounidense y una keniana, fueron destrozadas además de dos helicópteros estadounidenses y varios vehículos en la base aérea Manda Bay. Además, añade que se escucharon allí explosiones a eso de las 5:30 a.m. Las evidencias apuntan a que al-Shabab buscaba “atacar fuentes específicas”.
El ataque fue repelido y cuatro de los atacantes fueron abatidos, informaron autoridades de Kenia.
Según el comisionado del condado Lamu, Irungu Macharia, cinco personas fueron detenidas en relación al asalto.
Al-Shabab, vinculado a Al Qaeda, está basado en la vecina Somalia y ha lanzado varios ataques en Kenia. El grupo ha sido objeto de varios ataques aéreos estadounidenses bajo la presidencia de Donald Trump.
La agrupación emitió el domingo un comunicado afirmando que había causado bajas en el ataque a la base Manda Bay, cerca de la frontera con Somalia, y que destruyó equipos norteamericanos incluso aeronaves.
Sin embargo las autoridades kenianas emitieron un comunicado afirmando que “la base aérea está a salvo” y que “debido al fracasado intento de infiltración se incendiaron algunos tanques de combustible”.
El ataque ocurre apenas una semana después de que al-Shabab, mediante un camión-bomba, mató a por lo menos 79 personas en la capital de Somalia. Ataques estadounidenses mataron a siete milicianos del grupo en represalia.