Los precandidatos presidenciales demócratas llegaron el domingo a Selma, cuna del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos, para pedir el apoyo de los votantes negros en una ciudad donde alguna vez manifestantes fueron golpeados por pedir el derecho al voto.
Dos días antes de la crucial votación del Supermartes, los temas de la lucha contra la supresión de votantes, ayudar a los pobres y derrotar al presidente Donald Trump tomaron el centro del escenario en los eventos que marcaron el 55 aniversario del “Domingo Sangriento”, cuando policías blancos reprimieron a manifestantes negros en esta localidad de Alabama, uno de los 14 estados que votarán este martes.
El ex vicepresidente Joe Biden y el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg dieron mensajes por separado en la histórica Iglesia Brown Chapel AME.
También estaban previstos mítines de las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, así como del exalcalde Pete Buttigieg y Tom Steyer, a pesar de haber suspendido su campaña tras los pobres resultados en las elecciones del sábado en Carolina del Sur.
Policías estatales golpearon y lanzaron gases lacrimógenos a cientos de manifestantes que intentaban marchar desde Selma a Montgomery, la capital, el 7 de marzo de 1965, en demanda del voto. Con 25 años, el ahora congresista John Lewis lideró a los manifestantes y estuvo entre los heridos.
La confrontación preparó el escenario para la marcha masiva de los derechos de voto de Selma a Montgomery dirigida por el reverendo Martin Luther King Jr. semanas más tarde y ayudó a inspirar la aprobación de la Ley de Derechos de Votación más tarde ese año.