Al aceptar que es prácticamente inevitable que la nueva cepa de coronavirus llegue a la isla, el asesor de la Organización Mundial de la Salud, el puertorriqueño Joxel García, recomendó que aquellas personas que identifiquen síntomas asociados a la enfermedad opten por aislarse en sus hogares, en lugar de acudir a centros de salud, donde pondrían en riesgo a personal médico y otros pacientes.
García, quien se encuentra en Puerto Rico para asesorar al gobierno y organizaciones privadas en los preparativos para enfrentar posibles casos del virus, denominado oficialmente COVID-19, se reunió ayer con el secretario de Salud, Rafael Rodríguez, y el secretario designado de Estado, Elmer Román, a quienes les subrayó la importancia de informar constantemente y de forma clara al país sobre las novedades relacionadas a la epidemia, que a nivel global se acerca a los 100,000 casos confirmados.
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“La comunicación tiene que ser exacta y basada en la ciencia. Que refleje no solo lo que está pasando globalmente, sino también la coordinación (del gobierno local) con agencias federales”, dijo García en entrevista con Metro.
Para García, el manejo de la educación preventiva debe ser similar al que comúnmente se utiliza para informar sobre la influenza, pero reconociendo la mayor gravedad que representa el coronavirus. Según el también exsecretario de Salud a nivel federal, la tasa de mortalidad del coronavirus ha aumentado a 3.4%, mientras que la influenza provoca la muerte de apenas uno de cada mil pacientes.
Internacionalmente, el coronavirus ha tenido sus efectos más peligrosos en personas con condiciones preexistentes y adultos mayores, dos segmentos poblacionales muy importantes en Puerto Rico.
Al momento, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) ha referido al Departamento de Salud cuatro casos para vigilancia, de los cuales tres ya han completado el periodo de 14 días de aislamiento y ninguno ha cumplido con los criterios para ordenar practicarle las pruebas de coronavirus, según el portavoz de la agencia Eric Perlloni.
De acuerdo con García, las personas, de padecer algunos de los síntomas característicos del coronavirus, como tos, congestión o dificultad respiratoria, deben comunicarse con su médico primario para informarle de los efectos, al tiempo que el Departamento de Salud monitorea a través de llamadas si el paciente ha desarrollado fiebre.
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García explicó que, en otras jurisdicciones de Estados Unidos, las autoridades sanitarias contabilizan como casos positivos de coronavirus aquellos de personas que padecen los síntomas sin necesariamente haberse hecho las pruebas, sino a partir de los reportes de los doctores.
De esa manera, indicó, se evita el exceso de pacientes en laboratorios y centros de salud, con los riesgos que eso conlleva, algo que se evidenció en el pasado en países como China y Canadá durante la epidemia del SARS.
Sin embargo, Perlloni no pudo precisar si el Departamento de Salud tendría la capacidad de articular este tipo de monitoreo en caso de que el coronavirus se propagara en la isla.
“En la medida que evolucione la situación implementamos los protocolos que comparte el CDC. El CDC es uno de los sistemas de salud superiores en el mundo. Entendemos que estamos en buenas manos”, expresó el portavoz.
Difícil pronóstico
García sostuvo que, al momento, es imposible pronosticar el periodo por el cual el coronavirus continuará siendo una amenaza global, al tiempo que recordó que tomará “meses” desarrollar una vacuna efectiva para un virus que ha “cambiado” desde que se reportaron los primeros casos en China.
“Tenemos varios casos de personas que se han recuperado y después les dio la enfermedad de nuevo. También cuando empezó decían que el periodo de incubación era de dos a 12 días, y ahora hay varias personas que ha sido de 25 a 29 días”, mencionó.
Por otra parte, el experto oriundo de Hatillo recordó que las mascarillas regulares generalmente cumplen con el propósito de evitar que una persona contagiada transmita el virus a otros, pero no evitan el contagio en personas saludables.