La pandemia del nuevo coronavirus podría sobrepasar a las instalaciones sanitarias en Irán, que está bajo duras sanciones estadounidenses, según admitió el domingo el funcionario responsable de gestionar el peor brote del virus en Oriente Medio.
La delegación islámica que supervisa el complejo de la Mezquita de Al-Aqsa, situada en Jerusalén y que es el tercer lugar más sagrado del islam, anunció el cierre del templo y otros edificios aledaños por temor al nuevo coronavirus. El jeque Omar Kiswani, director de la mezquita, dijo el domingo que seguirían celebrándose plegarias al aire libre. El cierre se decretó hasta nuevo aviso.
Se tomaron medidas similares en el cercano Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado donde pueden orar los judíos. Allí se mantuvieron las plegarias al aire libre, pero solo se permitía un aforo de 10 personas a la vez en los espacios cerrados, cumpliendo con las medidas tomadas por el gobierno israelí.
Irán afronta uno de los peores brotes fuera de China. El Ministerio iraní de Sanidad reportó el domingo 113 muertes más, que elevan el total del país a 724 fallecidos con 13.938 casos confirmados. La cifra real de infectados podría ser aún mayor, ya que se ha cuestionado la transparencia del gobierno.
“Si la tendencia continúa, no habrá capacidad suficiente”, dijo Ali Reza Zali, que dirige la campaña contra el brote, n declaraciones citadas por la agencia estatal de noticias IRNA.
Se cree que Irán tiene unas 110.000 plazas en hospitales, 30.000 de ellas en la capital, Teherán. Las autoridades han prometido armar hospitales de campaña si es necesario.
Zali también admitió que “muchos” de los fallecidos por la enfermedad COVID-19 que produce el virus estaban sanos por lo demás, una rara admisión por parte de las autoridades locales sobre que el virus no ataca solo a enfermos y ancianos.
El 55% de los fallecidos eran sexagenarios y en torno al 15% eran menores de 40, según cifras del Ministerio iraní de Salud.
La mayoría de los afectados solo sufre síntomas leves o moderados y se recupera en cuestión de semanas. Pero el virus, que es muy contagioso, puede expandirse a través de personas sin síntomas apreciables.
El brote se ha extendido a más de 100 países e infectado a más de 150.000 personas en todo el mundo, matando a más de 5.700. Más de 70.000 personas de todo el mundo se han recuperado de COVID-19.
Los países de todo Oriente Medio han impuesto amplias restricciones a los viajes, cancelado actos públicos y en algunos casos pedido el cierre de negocios no esenciales durante las próximas semanas. También han prometido reforzar sus economías mientras capean la pandemia global.
El banco central de Emiratos Árabes Unidos, donde se encuentra la ciudad salpicada de rascacielos de Dubái, anunció el domingo un paquete de estímulo valorado en 27.000 millones de dólares para combatir los efectos económicos de la pandemia.
El dinero se dedicará a respaldar los bancos del país, y también se relajarán los límites regulatorios sobre préstamos.
Dubai Parks & Resorts anunció que cerraría hasta final de mes. El gran parque de diversiones, que costó 3.000 millones de dólares, ha perdido cientos de millones de dólares desde su apertura.
Abu Dhabi, la capital de EAU, cerró sus parques de diversiones y museos hasta final de mes, incluida la delegación local del Louvre.
La pequeña Kuwait, un país rico en petróleo, cerró centros comerciales, salones de belleza y barberías para frenar el virus. Las autoridades permitieron que las cafeterías siguieran abiertas, pero ordenó que no más de cinco personas esperasen en fila y que se guardara un metro de distancia entre ellas.
Arabia Saudí, por su parte, anunció un plan de estímulos de 13.000 millones de dólares.
En Israel, el juicio penal al primer ministro, Benjamin Netanyahu, que iba a comenzar el próximo martes, fue aplazado dos meses por las restricciones impuestas por el brote de coronavirus tras las restricciones impuestas a aglomeraciones públicas.
Netanyahu ha presionado para formar un gobierno de urgencia con su principal rival, el exjefe militar Benny Gantz, tras tres elecciones inconcluyentes y más de un año de bloqueo político. Gantz se ha mostrado abierto a la idea.
Israel impuso hace más de una semana duras restricciones a los viajes y medidas de cuarentena, pero ha visto sus casos confirmados duplicarse en los últimos dos días, a unos 200. El gobierno ordenó el sábado el cierre de restaurantes, centros comerciales, cines, gimnasios y guarderías. Escuelas y universidades ya habían cerrado hasta el mes que viene.