La secretaria auxiliar de Salud Ambiental del Departamento de Salud, Mayra Toro, testificó hoy ante la Comisión cameral de Salud que Marisol Blasco, ayudante especial de la gobernadora Wanda Vázquez, le concedió 20 minutos a Concepción Quiñones de Longo, entonces secretaria interina de Salud, para que firmara una orden de compra de pruebas rápidas por más de $5 millones.
De acuerdo con Toro, Quiñones de Longo, al sentirse presionada por Blasco, le recordó a la empleada de La Fortaleza que estaba acompañada por el asesor legal del Departamento de Salud, Raúl Bandas, así como por otros empleados de la agencia.
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Toro agregó que, además de impartir la orden para firmar el acuerdo de compra, Blasco le requirió a Quiñones de Longo presentarse de inmediato a la Mansión Ejecutiva.
A Quiñones de Longo se le dijo que “tenía 20 minutos para proceder con la acción y ella (Quiñones de Longo) dijo que acababa de recibir el documento y tenía que evaluarlo antes de firmarlo. Le expresaron que tenía un periodo corto de tiempo (para firmarlo). Quiñones de Longo expresó que lo lamentaba mucho, que si era una amenaza, y advirtió que estaba acompañada por, entre otros, su asesor legal”, declaró Toro.
La secretaria auxiliar de Salud Ambiental, quien entre sus funciones supervisa el Laboratorio de Salud Pública, precisó que la orden de compra en cuestión correspondía a 200,000 pruebas serológicas (rápidas) para detectar Covid-19. El gobierno compró esa cifra a la compañía estadounidense Maitland 175, por un costo de $5.2 millones, o $26 por unidad.
Al salir de una vista ejecutiva de la Comisión de Salud hace dos semanas, Quiñones de Longo había admitido que fue presionada para firmar una orden de compra sin que hubiera tenido la oportunidad de revisarla. La ex secretaria interina aclaró a la prensa que, tras revisarla, consideró que lo apropiado era dar paso a la transacción.
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Toro, además, testificó que fue presionada por Mabel Cabeza, jefa de personal bajo el exsecretario Rafael Rodríguez Mercado, para que le brindara información sobre una reunión que había convocado Quiñones de Longo el 14 de marzo, su primer día como jefa interina de la agencia.
En ese momento Cabeza todavía era empleada de Salud, aunque poco después Quiñones de Longo la enviaría en destaque a La Fortaleza.
En la tarde del 14 de marzo, luego de que Cabeza –por mensaje de texto– le pidiera a Toro que llamara a La Fortaleza, Toro le indicó que le solicitara la información a Quiñones de Longo.
A ello, Cabeza replicó que “así mismo se lo informaremos a la subsecretaria de la Gobernación”, cargo ocupado por Lilliam Sánchez.
A insistencia del presidente de la Comisión de Salud, el representante Juan Oscar Morales, Toro reconoció que “pudo haber sido una amenaza. Lo interpreté como que ella estaba ejerciendo una autoridad”.
Toro también reconoció que en ocasiones Cabeza convocaba y dirigía reuniones en las que no estaban presentes Rodríguez Mercado ni Quiñones de Longo, incluyendo la primera reunión en el Departamento de Salud desde que se declarara una emergencia por el coronavirus el 12 de marzo.
El doctor Roberto Rosso, quien fue asesor tanto de Rodríguez Mercado como de Quiñones de Longo, declaró que en múltiples ocasiones no recibía los correos electrónicos con las convocatorias, y que la propia Quiñones de Longo no era invitada a algunas de las reuniones.
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