Las autoridades de salud en Australia lanzaron una investigación sobre el intento de la empresa Promedical Equipment de vender grandes cantidades de kits de pruebas de coronavirus no autorizados.
Promedical es la empresa a la que presuntamente Apex General Contractor le compraría un millón de pruebas rápidas para detectar Covid-19 y venderla al gobierno de Puerto Rico, en una fallida transacción que generó críticas al manejo de la crisis por parte de la administración de Wanda Vázquez y provocó el inicio de una pesquisa cameral.
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Según publicó The Guardian, la compañía australiana anunció falsamente que sus pruebas había sido aprobadas por los reguladores médicos. La empresa, que se dedica a la venta de tratamientos criogénicos y máquinas para la disfunción eréctil, había anunciado que la Administración de Productos Terapéuticos (TGA, por sus siglas en inglés) de Australia, había dado luz verde a la venta de 5 millones de pruebas rápidas de Covid-19 a hospitales y laboratorios australianos.
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Guardian Australia dijo en su publicación que pudo confirmar que Promedical ahora es objeto de una investigación por parte de la TGA mientras que el fabricante chino de una prueba aprobada por el ente de salud australiano rechazó cualquier trámite con la empresa.
Las afirmaciones de Promedical de llevar 5 millones de pruebas a Australia por semana se basaron, al menos inicialmente, en un acuerdo de distribución con el fabricante chino Guangzhou Wondfo Biotech.
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El 20 de marzo, la TGA le dio a Promedical un permiso para suministrar en Australia las pruebas fabricadas por Wondfo, pero no otras.
Sin embargo, Promedical le dijo a Guardian Australia que “no procedió” con su acuerdo con Wondfo. Sin embargo, confirmó que ordenó un lote de pruebas no aprobadas, de un proveedor desconocido, que fue entregado a su almacén de Brisbane el 22 de marzo.
Promedical se ha negado repetidamente a decir quién fabricó las pruebas que ahora comercializa.