El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, eliminó el jueves la pena de cárcel para la violación de la cuarentena ante el clamor de la derecha por la dueña de un salón de belleza de Dallas, encarcelada por negarse a cerrar su negocio.
Al mitigar rápidamente sus propias normas, Abbott dijo que su nueva ordenanza debe dejar en libertad a Shelley Luther, encarcelada en el condado de Dallas por mantener abierto su salón de belleza a pesar de las restricciones del gobernador, destinadas a frenar la propagación del COVID-19.
Cuando Luther se negó a disculparse por violar reiteradamente la orden, un juez la declaró culpable de desacato y la condenó a una semana de cárcel. Legisladores republicanos y activistas de la derecha elevaron la voz, y una campaña de recaudación de fondos había reunido más de medio millón de dólares para Luther el jueves por la mañana.
“Encarcelar a tejanos que han debido cerrar sus negocios sin culpa propia es absurdo, no permitiré que suceda”, dijo Abbott en un comunicado. Mencionó a dos mujeres en Laredo, cerca de la frontera con México, que también fueron encarceladas por violar sus decretos, aunque esos casos no han llamado la atención ni generado protestas.
Abbott prevé reunirse con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca en las próximas horas para analizar la respuesta del estado al coronavirus.
Texas tiene más de 34.000 casos confirmados y unas 940 muertes de coronavirus. El miércoles reportó 42 muertes, una de las cifras más altas desde que comenzó el brote. Abbott dice que la tasa de hospitalización se mantiene sin cambios y la de contagio ha caído desde mediados de abril.
Te podría interesar:
This browser does not support the video element.