Buscando la manera de disminuir las probabilidades de contagio con el novel coronavirus COVID-19, dos brigadas especiales han desinfectado 2,400 residencias desde el pasado 20 de abril según informó el alcalde de Santa Isabel, Enrique Questell Alvarado.
“Reconocimos la responsabilidad de asistirle a nuestros residentes en su tarea de limpieza para prevenir el contagio. Nuestra prioridad es la gente y hemos hecho todo lo que está en nuestro alcance para controlar que el virus se expanda en nuestro pueblo. La clave ha sido la educación, información y la limpieza”, mencionó el Alcalde.
El proceso de desinfección se realiza con una maquinaria especializada que utiliza detergentes y desinfectantes orgánicos que no ocasionan daño a los humanos, ni a animales. Todos los químicos están aprobados y regulados para su uso de acuerdo con las guías del Departamento de Salud.
Además de desinfectar las residencias, se les ha orientado sobre el COVID19, le han entregado mascarillas y “hand sanitizer” y se les está tomando la temperatura a los residentes para verificar que esté en un nivel normal.
“La brigada está visitando las residencias poco a poco y por comunidades. Todavía nos faltan algunos sectores, pero si hay alguien que no recibió el servicio en una comunidad que ya se impactó debe llamar al (787) 845-4040 y notificarlo. Desde esta semana tenemos personal en todas las oficinas atendiendo visitantes”, añadió el primer mandatario municipal.
Para poder ser atendido en alguna de las oficinas de la Casa Alcaldía o recibir asistencia para la solicitud de Desempleo deben tener mascarillas puestas y velar por el distanciamiento físico de mínimo 6 pies. Además, hay personal destacado tomando la temperatura de las personas que entran y desinfectando las manos con alcohol.
Asimismo, el Alcalde informó que desde el 17 de abril, los empleados del Centro de Envejecientes Sueño de Amor están visitando las residencias de los participantes, tomando las medidas de precaución necesarias y no solamente le proveen alimento, sino que también de ser solicitado le entregan mascarillas, guantes y desinfectante de manos.
“Pero una vez reconocimos que la situación con nuestros ancianos iba más allá de los participantes del Centro, incluimos en la ruta de entrega de alimentos a otros envejecientes de 60 años en adelante que viven solos o que no tienen los recursos necesarios en estos momentos para cocinarse”, mencionó Questell Alvarado.
“Si recibimos la información de un caso que necesita fiambrera, la directora del Centro de Envejecientes, Marines Serrano visita la residencia para validar la información y elegibilidad y una vez entregado el resultado se incluye en la lista”, añadió.