Aunque reportes apuntan a que una máquina diseñada por Abbott Laboratories falla en detectar casi la mitad de los resultados positivos a Covid-19, el secretario de Salud, Lorenzo González, señaló que estos aparatos se continuarán usando en Puerto Rico.
De acuerdo con información provista por el Departamento de Salud, las máquinas de la compañía estadounidense –que ofrecen un resultado de pruebas moleculares (PCR) en 15 minutos– fueron distribuidas en seis centros de salud, al tiempo que la agencia se quedó con el resto.
En total, el Departamento de Salud recibió 15 máquinas el 7 de abril y, luego de validarlas en el Laboratorio de Salud Pública, hizo dicha distribución entre el 7 y 8 de mayo.
Según la información provista, Salud entregó una máquina al Hospital La Concepción en San Germán, una al Hospital Buen Samaritano en Aguadilla, una al Hospital Regional de Bayamón, una al Negociado de Ciencias Forenses, dos al laboratorio de la Administración de Servicios Médicos y una al Med Centro en Ponce.
“El PCR en teoría es 98% (efectivo). Pero la máquina pierde el 48% de los positivos, no los reconoce cuando los comparas con una máquina regular. Te das cuenta que la tecnología … esto está apareciendo. Esto es Abbott, una compañía norteamericana con todos los requisitos. Esto es un proceso cambiante y estamos aprendiendo y en la medida en que aprendemos lo comunicamos”, dijo González, al aludir a un reporte del Wall Street Journal que cita un estudio de la Universidad de Nueva York que arrojó el alto porcentaje de error del dispositivo manufacturado por Abbott.
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Las máquinas que recibió Salud en abril fueron entregadas por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
“Ahora tendremos la problemática de tener que validarla (los resultados). Tiene utilidad, pero no es la utilidad que presumíamos que íbamos a tener. Es lo mismo que las serológicas”, admitió González.
Tedioso el proceso para distribuir fondos
Como parte de la distribución preliminar de los más de $2,200 millones asignados a Puerto Rico mediante la ley federal Cares, unos $150 millones se destinarían a fortalecer la capacidad de administrar pruebas de Covid-19, así como los sistemas de rastreo de contactos y la “infraestructura tecnológica” para dar apoyo a estos procesos.
Organizar todo ese andamiaje, con la colaboración de los municipios, no se hará “de un día para otro”, reconoció el secretario de Salud.
Para el uso de esos fondos “estamos hablando también de personal e infraestructura. Una de las cosas que nos encontramos en el Departamento de Salud es la infraestructura que necesita cambios: estamos hablando de servidores, nubes, equipo que es necesario para estar a la altura de esta pandemia”, enumeró el funcionario.
“La infraestructura tecnológica no es algo que se hace de un día para otro. Durante el proceso de adquisición tenemos que hacer el ‘needs assessment’ (avalúo de necesidades), la garantía de que se cumplen con todos los procesos de compra, la adjudicación y posteriormente la compra. Hay cosas que van a correr un poquito más lento en términos de la infraestructura tecnológica”, dijo González, sin querer ofrecer un estimado de tiempo.
La ley Cares dispone que sus fondos deben ser utilizados para cubrir gastos incurridos antes de finales del año.
Sin embargo, González anticipó que el mayor grado de complejidad en el uso de los fondos de Cares se centrará en los $100 millones dirigidos a la compra de equipo de protección personal para la empleomanía gubernamental.
“El proceso de distribución, quiénes se benefician de esto, en qué medida compramos y adjudicamos ahora o compramos con la expectativa de que (los materiales) lleguen en enero o febrero. Ese tipo de logística la tenemos que estudiar para garantizar que la hacemos de forma apropiada y no comprar $100 millones de material que no lo utilicemos de aquí a diciembre y tengamos equipo expirado”, manifestó el titular de Salud.
De acuerdo con González, la compra y administración de pruebas no puede estar exclusivamente en manos del gobierno central.
“La salud en Puerto Rico es (una industria) gigantesca. Uno de los reclamos de los laboratorios privados era que los dejáramos entrar en el proceso. Ellos tienen sus mecanismos para accesar sus propias pruebas y a través del sistema existente pueden cobrar la prueba a través de Medicaid, Medicare o el plan privado. Si ese mecanismo existe a mí me interesa que patronos lo utilicen, ya que muchas personas tienen plan privado o forma de pago, y así el gobierno puede utilizar los recursos de forma más eficiente sin duplicar los esfuerzos”, puntualizó González.