El Senado aprobó esta noche un presupuesto con ligeras variaciones a la versión que ayer avaló la Cámara de Representantes pero que, al igual que el hermano cuerpo, coincide en el monto total con la cifra que propuso la Junta de Control Fiscal (JCF).
De acuerdo con la exposición que la presidenta de la Comisión senatorial de Hacienda, Migdalia Padilla, en el hemiciclo, las diferencias presupuestarias se reducen a cinco partidas, que a su vez estaban entre las asignaciones en las que discrepaban las propuestas iniciales de la JCF y la gobernadora Wanda Vázquez. La JCF dispuso que el presupuesto ascendería a $10,045 millones, mientras que el ejecutivo recomendó un gasto del fondo general de $10,214 millones.
La principal diferencia entre el presupuesto de la Cámara y lo aprobado esta noche en el Senado estriba en la partida que se asignó para financiar el plan de retribución uniforme a empleados públicos. En el Senado, se asignaron unos $57 millones correspondientes a los aumentos a empleados, al amparo de la Ley del Empleador Único, unos $28 millones adicionales que la Cámara.
Por otro lado, el Senado, con $64 millones, igualmente aprobó más dinero para el Bono de Navidad que la Cámara, cuerpo que asignó $48 millones, al asegurar que parte de ese incentivo que se otorga por ley a los empleados públicos proviene de fondos federales.
El Senado también asignó $1 millón adicional para que la Comisión Estatal de Elecciones celebre los comicios generales en noviembre. En total, el Senado asignó $10 millones, versus $9 millones aprobados por la Cámara.
Por otro lado, aunque la Cámara baja optó por no asignar partidas separadas para compensar a médicos residentes ni para la compra de seguros paramétricos, el Senado determinó proporcionar $4 millones y $1 millón, respectivamente, en esos renglones.
En total, las enmiendas introducidas por el Senado suman $50 millones al presupuesto, pese a que el nivel de gastos en las versiones aprobadas en ambos cuerpos es el mismo. Padilla no explicó qué otras partidas se habían recortado para acomodar los aumentos presentados.
Al momento de publicación, a la prensa no se le había entregado el informe con las enmiendas introducidas al presupuesto.
“Dos días no fue suficiente. Sería una irresponsabilidad decir que esto fue analizado a la saciedad”, admitió Padilla al presentar el presupuesto.
“Ninguna responsabilidad legislativa es más importante que la aprobar un presupuesto, que define las prioridades del país. (Aprobar esta versión) es un acto de inconsciencia legislativa, un acto de adivinanza, de irresponsabilidad en un sentido. Nadie aquí puede ir mañana por la mañana a una estación de radio y explicar el presupuesto de Puerto Rico”, señaló el portavoz del Partido Popular Democrático, Eduardo Bhatia, antes de que se aprobara la resolución de gastos.
El senador independentista Juan Dalmau sostuvo que la consideración del presupuesto por parte de la Asamblea Legislativa era un ejercicio fútil ante los poderes otorgados por el gobierno federal a la JCF, ente que desde 2017 ha impuesto unilateralmente su versión presupuestaria.
“Aquí aplica aquello de que las grandes naciones abusan como quieren y las pequeñas se defienden como pueden…Si el Senado decidiera no aprobarlo tendría el mismo efecto que si lo aprueba”, puntualizó Dalmau.
Hoy era la última fecha para que los cuerpos legislativos aprobaran medidas nuevas. Hasta el 30 de junio, cuando cierra la última sesión ordinaria del cuatrienio, las cámaras podrán reconciliar los proyectos que fueron aprobados con enmiendas.