El gobernador del estado de Nevada, Steve Sisolak, ha decidido este lunes pausar la reapertura de las actividades productivas en el territorio, mientras que el de Arizona, Doug Ducey, volverá a cerrar instalaciones, como bares y gimnasios, ante el aumento de casos de coronavirus en Estados Unidos.
En un comunicado, Sisolak ha precisado que “firmará una directiva de emergencia extendiendo la fase dos hasta finales de julio” y ha justificado su decisión en “las tendencias en las tasas de infección por la COVID-19”.
Asimismo, ha detallado que la pausa pretende lograr el tiempo “necesario” para “ampliar el rastreo de contactos para identificar las tendencias”, además de observar el impacto de la orden que emitió sobre utilizar mascarilla en público.
En este sentido, su oficina ha señalado que, si las tendencias en los contagios de coronavirus en Nevada no mejoran o empeoran, Sisolak “no dudará en tomar las medidas necesarias para proteger al público y evitar exceder” la capacidad hospitalaria del territorio.
Así las cosas, Sisolak plantea “incluso restablecer las restricciones anteriores”. Hasta este lunes, Nevada ha confirmado algo más de 1.500 casos de coronavirus, incluidas más de 100 muertes.
En referencia a Arizona, Ducey ha firmado una orden ejecutiva que entra en vigor a las 23.00 horas (hora local) mediante la cual se cierran de nuevo bares, gimnasios, cines y parques acuáticos durante los próximos 30 días.
Los restaurantes, por su parte, sí podrán abrir siempre que garanticen el distanciamiento físico entre clientes. En este sentido, el gobernador también ha limitado el número de personas que pueden reunirse en lugares cerrados y al aire libre.
Los eventos con más de 50 personas quedan prohibidos en virtud de la nueva orden, mientras que más de diez personas no podrán reunirse en piscinas al aire libre, incluyendo instalaciones privadas.
Hasta ahora, Arizona ha registrado casi 75.000 casos de coronavirus. “Esperamos que la próxima semana nuestros números sean peores”, ha lamentado Ducey, según ha informado la cadena de televisión CNN. “Llevará varias semanas que las restricciones que estamos realizando muestren efecto”, ha zanjado.
Al menos una docena de estados de Estados Unidos, como Arizona, Arkansas, Delaware, Idaho, Luisiana, Maine o Nuevo México, han detenido sus procesos de reapertura debido al incremento en los casos de coronavirus en todo el país. Según los datos recogidos por la Universidad Johns Hopkins, el pasado viernes se diagnosticaron casi 40.000 nuevos.
En este sentido, más de la mitad de los territorios estadounidenses están experimentando repuntes en las cifras confirmadas de la enfermedad que amenazan con colapsar los hospitales.
De hecho, al menos Texas, Florida, Georgia, Idaho, Tennessee y Utah han informado en los últimos días de nuevas cifras récord de casos de coronavirus. Además, Florida puede convertirse en el nuevo epicentro de la enfermedad en Estados Unidos, ya que el sábado informó de más de 9.500 nuevos positivos.
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