Mientras el repunte de casos de COVID-19 en Estados Unidos parece no dar tregua, todo apunta a que a finales de mes el Congreso podría aprobar un nuevo paquete de estímulo económico.
Sin embargo, según analistas consultados por Metro, esta nueva pieza legislativa no será tan generosa como el Cares Act –que autorizó un incentivo de $1,200 para cada individuo– pero sin duda contendrá beneficios para las personas desempleadas debido a la pandemia del coronavirus.
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El pasado 15 de mayo, la Cámara de Representantes federal apoyó un proyecto –conocido como el Heroes Act– que contempla una nueva ronda de asistencia directa para individuos –otros $1,200– y la extensión del programa de los $600 semanales de la asistencia de desempleo por la pandemia (PUA, por sus siglas en inglés) hasta enero de 2021. Sin embargo, el Senado federal –dominado por los republicanos– no luce inclinado a favorecer la medida y mucho menos si incluye enviar más cheques de asistencia monetaria a gran parte de la ciudadanía.
El abogado y analista Philip Escoriaza opinó que –aunque el Senado federal no favorecerá el Heroes Act– los senadores con toda probabilidad buscarán alcanzar un consenso en las próximas semanas para aprobar un nuevo paquete de estímulo federal. “Van tener que encontrar una negociación en la cual se puedan mantener algunos de los elementos, sobre todo lo que tiene que ver con extender la asistencia a las personas desempleadas y extender los recursos para que el sistema de salud a nivel de los estados pueda continuar respondiendo a la emergencia del COVID. Pero definitivamente no va a ser una paquete de estímulo tan generoso como está planteado en la versión de Cámara”, señaló.
El costo del paquete de estímulo que se aprobó en la cámara baja es de unos $3 billones (trillions). Mientras que el costo del Cares Act fue de unos $2.2 billones.
A juicio de Escoriaza, las negociaciones puede que estén centradas en la extensión a los beneficios económicos del PUA que está próximo a vencer el 31 de julio.
Asimismo, comentó que resulta improbable que el Congreso respalde otro incentivo de $1,200 “en lo que se refiere a que sea un pago indiscriminadamente”. En días recientes, el portavoz de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, abrió la puerta a que se incluyan incentivos que vayan directo a la ciudadanía, pero que podría limitarse a personas que generen menos de $40,000 al año. El presidente Donald Trump favorece que el Congreso autorice una medida que incluya incentivos económicos para la ciudadanía.
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De igual manera, el analista Kenneth McClintock, catalogó como “bastante altas” las probabilidades de que el Senado apruebe un nuevo paquete de estímulo federal a partir de su regreso el 20 de julio. Mencionó que una de las preocupaciones principales de los congresistas son los hospitales en momentos donde muchas ciudades de Estados Unidos experimentan un alza en su capacidad en medio de la pandemia. “Hay una posibilidad de ayudar a los hospitales particularmente a hospitales privados y dentro de los privados a los non-profits”, señaló el exsecretario de Estado.
Asimismo, argumentó que la discusión de extender los $600 semanales del PUA podría girar en torno a que se establezca una fecha límite dependiendo de cuándo la persona solicitó la ayuda en lugar de una fecha de expiración para toda la ciudadanía.
Por su parte, Escoriaza comentó que la cercanía de las elecciones generales en noviembre también podría jugar un rol crucial para que se apruebe un nuevo paquete de estímulo económico antes de que finalice julio. “La administración de Trump está trabajando directamente con el Senado en un paquete de estimulo económico porque sabe que su suerte en las elecciones va a depender en gran medida de que la economía pueda reactivarse y que la respuesta de salud tenga mejores resultados de lo que ha sido hasta ahora”, dijo.