Cuba reportó el viernes 54 nuevos casos de COVID-19, una cifra récord desde que comenzó la etapa de recuperación de la pandemia en junio, mientras las autoridades advirtieron que las restricciones a la movilidad podrían reimplementarse.
El director Nacional de Epidemiología, Francisco Durán, informó que el acumulado de contagios desde que se reportaron los primeros casos en marzo es de 2.829 y 88 fallecidos.
Durán lamentó que se haya perdido la percepción de riesgo y esté en peligro el logro de casi haber controlado la epidemia en la isla luego de que en julio hubo un día sin contagios y muchos de apenas un dígito.
Sin embargo, en la última semana hubo un sostenido incremento en los casos e incluso se reincorporaron provincias que ya habían logrado salir del foco rojo.
Las autoridades cubanas advirtieron que podría volverse a cerrar la movilidad que comenzó paulatinamente en junio.
“Si no logramos resolver todos estos problemas en La Habana no quedará más remedio que pasar a la etapa anterior, que sería pasar del aislamiento físico que estamos pidiendo hoy al aislamiento social”, expresó el primer ministro Manuel Marrero.
Agregó que “se aplicarán las medidas con energía, pues realmente no podemos permitir que personas por negligencia, haciendo una fiesta o una actividad que no es de lo que está autorizado, genere una propagación de la epidemia lo cual tiene una penalidad y así tendrá que responder por ello”.
Paralelamente , el gobernador de La Habana, Reinaldo García, dio a conocer un paquete de 20 limitaciones para la capital, entre ellas restricciones en los horarios del transporte y servicios como la gastronomía. También se reforzaron las acciones de detección primaria con visitas casa por casa.
Hasta la fecha se han realizado en la isla unas 280.000 pruebas diagnósticas.
