En estos tiempos de distanciamiento social debido a la pandemia, Buscabulla quiere promover un “himno de pertenencia”.
El más reciente sencillo del dúo puertorriqueño de música electrocaribeña, “Mío”, incluye imágenes del Carnaval de Ponce y otras de la fiesta del Día de los Santos Inocentes, o Fiesta de las Máscaras de Hatillo, en la que se hacen bromas, hay carrozas, mucho alcohol y la música suena fuerte.
“Habla del puertorriqueño que está aquí, que se enorgullezca, que tome sentido de pertenencia, que defienda lo que sea de ellos”, dijo la vocalista Raquel Berríos en una entrevista por videollamada desde Aguadilla, Puerto Rico, un pequeño poblado visitado por surfistas a unas dos horas al oeste de San Juan.
“El sentido de pertenencia ya es algo que trasciende el dinero, que algunas veces es bien difícil de concebir en estos tiempos donde… la espiritualidad o las tradiciones parecen pasar a un plano secundario”, agregó.
Berrios es diseñadora, compositora y DJ, mientras que Luis Alfredo Del Valle, la otra mitad de Buscabulla, es multiinstrumentalista. Ambos se conocieron en 2011, cuando vivían en Brooklyn, Nueva York, y su relación sentimental y profesional ha avanzado paralelamente desde entonces. Tienen una hija, Charly, que acaba de cumplir 6 años.
La palabra “buscabulla” es un término puertorriqueño que significa “problemático” o “mala copa”, como llamarían en México a la gente que causa peleas en fiestas.
Hace tres años el dúo decidió volver a Puerto Rico — de ahí el título de su primer álbum de larga duración lanzado en mayo (tras “EP I” y “EP II”), “Regresa”, del que se desprende “Mío” — pero encontró la isla devastada por el huracán María, la crisis económica y la turbulencia en el gobierno.
“Lo que se está viendo es que personas locales se están yendo y personas extranjeras están viniendo al país comprando territorios, comprando costas, tratando de desarrollar sin ningún tipo de consideración para el medioambiente”, dijo Berrios.
A pesar del entorno complicado en su tierra y de algunas letras melancólicas, la sensación al escuchar “Regresa” — con sus sintetizadores y reverberaciones con toques retro — es calmante y cálida, como un atardecer en la playa, gracias a la voz dulce de Berrios. “No sabemos” es uno de los temas más electrónicos del álbum y representa muy bien el espíritu del 2020 para seguir adelante pese a la incertidumbre.
“Me di cuenta que en la vida algunas veces nos habían pasado cosas donde no las habíamos planeado y terminaban siendo bendiciones escondidas y es un poco como invitando el estar bien con el no saber lo que va a pasar”, dijo Berrios. “Es un ejercicio de fe”.
Algo parecido pasó con el lanzamiento de “Regresa”, para el que tenían contemplada una gira de conciertos tras estar acostumbrados a presentarse en clubes e incluso en festivales como Coachella, pero el panorama cambió completamente con el brote del coronavirus.
“Fue un shock al principio, pero si te soy bien sincera en algún momento también sentí alivio. Tenemos una niña de 6 años; hubiéramos tenido que estar casi todo el verano alejados de ella”, dijo Berrios. “El disco cambió de significado al ser sacado en la pandemia y lo bonito es que creo que hasta profundizó su mensaje. El disco al final se trata de aceptarnos con nuestros errores e imperfecciones”.
Una de las canciones, “Nydia”, está dedicada a la cantante y presentadora de televisión de origen puertorriqueño Nydia Caro. Berrios contó que durante una “crisis existencial y un bloqueo creativo”, sus consejos la ayudaron.
En cuanto a trabajar con su esposo y convivir como pareja, admitió que no ha sido fácil y que no es aconsejable para todo el mundo, pero que en su caso han logrado encontrar el equilibrio.
“Al principio peleábamos mucho, había mucho choque produciendo, o a lo mejor trabajábamos mucho y nos afectaba nuestra vida personal, pero creo que con el tiempo hemos ido identificando esos patrones y el estar conscientes ya ayuda a que no sea tan difícil o a separar el tiempo de trabajo del tiempo de familia y el tiempo de pareja”, dijo Berrios.
Durante la pandemia, una de sus principales actividades ha sido trabajar en un documental sobre su álbum y crear videos como el del concierto virtual de la serie “Tiny Desk” de NPR que estrenaron esta semana, además de acompañar a su hija en sus clases virtuales.
“Aquí en la casa hay mil cosas de manualidades y muchos libros de letras”, dijo Berrios, mostrando una mesa con tijeras escolares y otros materiales. “Siento que necesitamos unas vacaciones del año”.