LAS VEGAS— El presidente Donald Trump intentó el domingo desarrollar una imagen más atractiva ante los votantes latinos, lo cual podría ser fundamental en los estados más disputados y definir la contienda rumbo a la Casa Blanca, haciéndoles notar los avances económicos que ellos tenían antes de que llegara la pandemia del coronavirus.
A pesar de que Trump ha hecho gran cantidad de comentarios despectivos sobre los hispanos, su campaña está cada vez más optimista de que se ha ganado algo de respaldo que podría ayudarle en Florida, Arizona y Nevada, estados en los que se enfocó este fin de semana. El mandatario presidió el domingo una mesa redonda con latinos en Las Vegas, horas antes de un mitin nocturno, su primer evento en interiores desde que realizó un acto de campaña en Tulsa, Oklahoma, al que se le atribuyó un repunte en el número de infecciones de coronavirus.
Atraer el respaldo de los latinos ha sido una lucha cuesta arriba para Trump, cuyas estrictas políticas migratorias y la descripción por momentos ofensiva que ha hecho de los inmigrantes le han granjeado el distanciamiento de muchos hispanos.
En los primeros momentos de su campaña de 2016, declaró que muchos migrantes mexicanos eran “violadores”. Ha sido blanco de críticas por su tibia respuesta a un huracán que devastó Puerto Rico, por sus medidas para separar a los niños de sus familias en la frontera con México y sus intentos por desmantelar un programa implementado por su predecesor Barack Obama que permite que los jóvenes inmigrantes que llegaron sin permiso al país durante su infancia permanezcan en Estados Unidos.
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“Ellos entienden la situación en la frontera sur. Quieren que la gente venga, y yo también, pero quieren que lo hagan conforme a la ley”, dijo Trump a un pequeño grupo de simpatizantes en Las Vegas. “Mientras que Joe Biden les ha fallado, yo les he cumplido a los latinos”.
Existe una creciente preocupación de que el candidato demócrata, el exvicepresidente Biden, no ha hecho lo suficiente por atraer a los votantes hispanos. Su compañera de fórmula, la senadora por California Kamala Harris, no hizo mucho por apelar a la creciente e influyente población hispana de Florida durante una visita al estado la semana pasada. Biden no ha puesto pie en Arizona ni en Nevada durante su campaña presidencial, que en su mayor parte ha llevado a cabo de manera virtual debido a la pandemia.
Trump se enfocó en los votantes hispanos el domingo, destacando su bajo índice de desempleo antes de la llegada del COVID-19 a territorio estadounidense y reafirmando su postura antiaborto. Nuevamente promovió su posición de que se aplique la ley y haya orden, señalando que los recientes episodios de violencia en distintas ciudades de Estados Unidos son peligrosos para los latinos.
“El aletargado Joe Biden ha pasado 47 años en la política y ha sido terrible con los hispanos. Ahora se está apoyando en el adorador de Castro Bernie Sanders para que lo ayude”, tuiteó Trump el domingo. “¡Eso no va a funcionar!”
El senador Sanders, que compitió contra Biden en las primarias antes de respaldar al exvicepresidente, fue criticado al comenzar el año por una entrevista televisada en la que elogió a Fidel Castro por un programa de alfabetización y aseguró que era “injusto decir simplemente que todo es malo” en Cuba.
Cálculos del Pew Research Center y AP VoteCast muestran que aproximadamente tres de cada 10 votantes latinos otorgaron su preferencia a Trump en 2016 y a los candidatos republicanos en 2018. La cifra concuerda con las tendencias a largo plazo en la identificación con alguno de los partidos entre los votantes hispanos, según Pew.
Al igual que Arizona y Nevada, Florida cuenta con una población heterogénea, pero los votantes hispanos de ese estado tienden a inclinarse más hacia los republicanos que los votantes latinos del resto del país debido a la fuerte presencia de cubano-estadounidenses.