Agotados por una intensa temporada de huracanes, los habitantes de los estados en la costa estadounidense del Golfo de México se preparaban para un nuevo golpe ante la llegada de Sally.
La tormenta alcanzó fuerza de huracán el lunes temprano, con vientos máximos de 136 kilómetros por hora (85 millas), de acuerdo con los meteorólogos, quienes dijeron que la mayor amenaza son las inundaciones, con hasta medio metro (2 pies) de lluvia cayendo en algunas áreas.
“Se espera que Sally sea un huracán peligroso de movimiento lento cerca de la costa del sureste de Luisiana, Mississippi y Alabama durante los próximos 2-3 días”, indicó el lunes temprano el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Sally es quizás la invitada menos bienvenida para muchos: por segunda vez en la historia registrada, hay cinco ciclones tropicales agitándose en la cuenca del Atlántico, dijo el meteorólogo Philip Klotzbach: Paulette, Rene, Teddy y ahora Vicky también están girando sobre el océano.
Jeffrey Gagnard, de Chalmette, Luisiana, pasó el domingo en Mississippi ayudando a sus padres a preparar su casa para Sally y asegurándose de que fueran evacuados de manera segura antes de la tormenta.
“Quiero decir, después de Katrina, cualquier cosa por aquí y cualquier cosa en el agua, te lo vas a tomar en serio”, dijo, mientras cargaba la parte trasera de su camioneta con cajas de agua embotellada en el estacionamiento de una tienda de comestibles en Waveland, Mississippi. “No puedes tomar nada a la ligera”.
El centro de huracanes dijo que era demasiado pronto para decir exactamente dónde impactará Sally en tierra porque aún no se sabe cuándo girará hacia el norte. A las 10 a.m. hora local, estaba a 220 kilómetros (135 millas) al este-sureste de la desembocadura del río Mississippi y se movía hacia la costa a solo 9 km/h (6 millas).
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La gente de Nueva Orleans observaba atentamente la trayectoria de la tormenta. Un aterrizaje más hacia el este probablemente traerá lluvias más intensas y vientos dañinos a la costa de Mississippi, o al este de esa. Las bandas exteriores de la tormenta ya estaban golpeando el llamado Panhandle de Florida, en el noroeste del estado.
“Sé que para muchas personas esta tormenta parece haber salido de la nada”, dijo el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards. “Necesitamos que todos pongan atención a esta tormenta. Hay que tomarla en serio”.
Edwards instó a la ciudadanía a prepararse de inmediato para la llegada de la tormenta. También dijo que aún hay muchas personas en el suroeste de la entidad que fueron evacuadas por la llegada del huracán Laura hacia el área de Nueva Orleans, precisamente la zona en la que Sally podría impactar.