La Organización Mundial de la Salud (OMS) y asociados han acordado un plan para lanzar 120 millones de pruebas de diagnóstico rápido de coronavirus para ayudar a países de ingresos bajos y medios a reducir la brecha de pruebas con las naciones ricas, anunció el director general del organismo el lunes, si bien aún no cuentan con los fondos suficientes para iniciar el programa.
A un costo de cinco dólares por cada prueba de diagnóstico rápido a base de antígeno —sobre las cuales la OMS emitió una guía de uso de emergencia la semana pasada_, el programa requiere un financiamiento inicial de 600 millones de dólares. Se supone que podría empezar tan pronto como el mes entrante y brindaría un mayor acceso en áreas donde es más difícil obtener ese tipo de pruebas, cuya aplicación es más común en muchos países ricos.
Las pruebas rápidas detectan antígenos, o proteínas que se encuentran en el exterior del virus. Son consideradas generalmente menos precisas, pero más rápidas que las pruebas genéticas de mayor grado, conocidas como pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés). Tales pruebas requieren un proceso con químicos y equipo de laboratorio especializado. Por lo general ese proceso requiere varios días para revelar los resultados a los pacientes.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el programa representa “buenas noticias” en el combate contra el COVID-19.
“Estas pruebas ofrecen resultados confiables en aproximadamente 15 a 30 minutos, en lugar de horas o días, a un menor precio y con equipo menos sofisticado”, destacó el director general de la OMS en una conferencia de prensa en Ginebra. “Esto permitirá la expansión de pruebas, particularmente en áreas de difícil acceso que no cuentan con laboratorios o el suficiente personal sanitario capacitado para realizar las pruebas PCR”.