El número de personas que solicitaron asistencia pública por desempleo disminuyó levemente la semana pasada a 840.000, aunque esa sigue siendo una cifra sumamente alta que refleja la continuidad de los despidos siete meses después del inicio de la pandemia del coronavirus.
El informe del jueves del Departamento del Trabajo, evidencia de la debilidad de la recuperación económica actual, y surge dos días después de que el presidente Donald Trump se negó a continuar las negociaciones con los demócratas sobre un paquete de ayuda para estimular la economía, pese a que millones de personas están desempleadas y millones de negocios siguen cerrados.
De no aprobarse otra ronda de ayuda económica caerían los ingresos particulares y por tanto el consumo, lo que según analistas podría conducir a una nueva recesión.
El informe detalla que la cantidad de personas que siguen recibiendo el seguro por desempleo disminuyó en 1 millón, a 11 millones. El dato parece indicar que muchos de los desempleados están siendo recontratados, pero también refleja el hecho de que algunos de ellos ya han agotado las 26 semanas de ayuda regular a nivel estatal y están pasando a programas que duran otros tres meses.
La cifra semanal de las solicitudes del subsidio por desempleo se ha vuelto inexacta ya que algunos estados están intensificando sus gestiones para combatir el fraude y para procesar solicitudes acumuladas desde antes.
California, por ejemplo, de donde provienen más de una cuarta parte de las solicitudes de ayuda por desempleo de todo el país, la semana pasada simplemente ofreció la misma cifra que ofreció dos semanas atrás. Ello es porque las autoridades han suspendido por dos semanas la recepción de las solicitudes, mientras aplica nuevas tecnologías antifraude y trata de procesar 600.000 planillas acumuladas.
En todo el país, las contrataciones han disminuido justo cuando ha expirado el programa federal de asistencia económica, entorpeciendo una economía que apenas comenzaba a salir del cráter en el que cayó al estallar la pandemia. Los empleadores añadieron apenas 661.000 puestos en septiembre, menos de la mitad de lo que añadieron en agosto y configurando la tercera disminución consecutiva.
Poco más de la mitad de los 22 millones de empleos perdidos durante la pandemia se han recuperado, con lo que la economía actualmente tiene 10,7 millones de empleos menos de lo que tenía en febrero, una cifra incluso mayor a todos los empleos perdidos durante la crisis financiera de 2008-2009.
La ayuda económica de 2 billones de dólares ofrecida por el Congreso en la primavera ayudó a compensar por la ola de despidos ocurridos entre abril y junio. De hecho, los ingresos particulares aumentaron en ese lapso gracias a los cheques de 600 dólares semanales para los desempleados y los cheques de 1.200 dólares enviados a la población adulta.