El huracán Delta avanzaba el viernes por el Golfo de México y se esperaba que su ojo tocara tierra por la noche en la costa de Estados Unidos. El peligroso meteoro se dirigía al mismo tramo del suroeste de Luisiana azotado por el huracán Laura hace apenas seis semanas. Los negocios fueron cerrados y la gente se preparaba antes de refugiarse o buscar otro lugar seguro.
Aún es muy evidente la devastación que dejó Laura, un huracán al que se le atribuyeron más de 30 muertes a fines de agosto. A medida que el Delta avanzaba hacia el norte a 19 kilómetros por hora (12 mph) el viernes por la mañana, el Centro Nacional de Huracanes emitió una advertencia de huracán desde High Island, en Texas, hasta Morgan City, en Luisiana.
Poco después del amanecer, los primeros vientos con fuerza de tormenta tropical llegaban a la costa, incluso cuando el ojo del huracán estaba a unas 160 millas (255 kilómetros) al sur de Cameron.
Las ventanas tapiadas y las aceras vacías hacían que partes de la región de Acadiana, en Luisiana, parecieran escenarios de película vacíos.
Delta es el 25to meteoro con nombre en una temporada sin precedentes en el Atlántico. La duda es si mantendrá la categoría 3, con los fuertes vientos de 195 km/h (120 mph) que tenía en la madrugada del viernes o si perderá fuerza justo antes de tocar tierra a un meteoro, todavía peligroso, de categoría 2.
De cualquier forma, esta azotada región costera se toma la amenaza de Delta muy en serio.
“Se puede conseguir otra casa y otro auto, pero no otra vida”, dijo Hilton Stroder mientras él y su esposa Terry tapiaban las ventanas de su vivienda de Abbeville antes de marcharse a la casa de su hijo, más al este.
Esta es la sexta vez esta temporada que Luisiana se ve amenazada por tormentas tropicales o huracanes. Uno se desintegró en el extremo sureste del estado y otros se desviaron hacia otros lugares, pero la tormenta tropical Cristóbal causó daños en el sureste en junio. Luego Laura arrasó gran parte del suroeste el 27 de agosto dejando más de 30 fallecidos.