Atlanta – De 90 años de edad y viviendo en una pandemia, Hannah Carson sabe que podría quedarle poco tiempo. Así que se apresuró a enviar su boleta en ausencia para los comicios de este año.
En cuanto la papeleta llegó al asilo donde vive, la llenó y envió de vuelta a su oficina electoral local en Charlotte, Carolina del Norte. Si algo llegara a pasar y ella falleciera antes del día de las elecciones, Carson dijo esperar que seguirá siendo válida.
“Yo pensaría que yo debería contar, dados todos los años que he estado aquí”, manifestó.
En Carolina del Norte, una boleta enviada por alguien que fallece posteriormente puede ser dejada de lado si se presenta una impugnación antes del día de las elecciones en la junta electoral del condado.
Las interrogantes en torno a si las papeletas contarán si alguien vota en forma adelantada pero fallece antes del día de los comicios son especialmente apremiantes este año, en medio de un brote de coronavirus que ha sido muy peligroso para los estadounidenses de edad avanzada. La gente de 85 años o más representa casi una de cada tres muertes de COVID-19 en Estados Unidos. Al acercarse los comicios, las probabilidades en contra de la gente mayor que contrae el virus están en la mente de los ancianos y de sus familiares.
Diecisiete estados prohíben contar las papeletas emitidas por alguien que muere posteriormente antes de las elecciones, pero 10 estados lo permiten específicamente. La ley no dice nada con respecto al resto del país, según investigaciones de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.
A pesar de que la ley podría requerir que ese tipo de boletas sean rechazadas, es probable que algunas aún podrían contar dependiendo de cuándo muera la persona y cuándo se enteren las autoridades electorales del fallecimiento.
“La ley podría decir que la boleta de una persona que muere en esa situación no puede ser contabilizada, pero es una ley difícil de acatar”, dijo Wendy Underhill, jefa de elecciones en la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.
Cuando alguien muere cerca de unas elecciones, lleva tiempo actualizar los registros de fallecimientos, y hay un espacio breve de tiempo entre cuando se emite una papeleta y el momento en que es contabilizada. En 2016 Colorado tuvo entre 15 y 20 casos de votantes que depositaron una boleta en el correo y luego murieron antes del día de las elecciones. Todos fueron contabilizados.
En las primarias de Michigan celebradas este año, 864 papeletas fueron rechazadas porque los votantes murieron antes de los comicios a pesar de que estaban vivos cuando las llenaron.