Sin reparar en los desafíos por venir, el presidente Donald Trump ofreció el viernes un panorama optimista sobre la distribución de una vacuna contra el coronavirus, en sus primeras declaraciones públicas desde su derrota ante el presidente electo Joe Biden. Trump aún no reconoce los resultados de la elección.
Trump pronunció su discurso desde la Rosaleda en momentos en que el país registra cifras récord de casos confirmados de COVID-19, las hospitalizaciones alcanzan niveles casi críticos y las muertes ascienden a sus mayores cifras desde la primavera. Señaló que las vacunas podrían llegar “en cuestión de semanas” a las poblaciones vulnerables, aun cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) no ha recibido aún solicitudes para una autorización de emergencia.
Expertos en salud pública están preocupados de que la negativa de Trump a adoptar medidas enérgicas contra la pandemia o a coordinarse con el equipo de Biden durante los últimos dos meses de su presidencia sólo agrave las secuelas de la pandemia y obstruya la capacidad de la nación para distribuir con rapidez una vacuna el año entrante.
Mientras algunos estados imponían nuevas restricciones debido al aumento de contagios, Trump pidió a todos los estadounidenses que se mantengan “vigilantes”. Pero descartó un “confinamiento” nacional y al parecer reconoció que la decisión ya no dependerá de él.
“Este gobierno no irá a un confinamiento”, afirmó. “Esperamos, pase lo que pase en el futuro, quién sabe, qué administración será, supongo que el tiempo lo dirá, pero puedo decirles que este gobierno no irá a un confinamiento”.
Biden, por su parte, no ha apoyado un confinamiento a nivel nacional, pero solicitó a Trump que adopte “medidas urgentes” para frenar la propagación del virus. “La crisis no respeta fechas del calendario, se está acelerando en este preciso momento”, afirmó Biden el viernes en un comunicado.
Trump dijo que las vacunas “llegarán en pocas semanas”, y aseveró que ya están listas, que sólo aguardan aprobación y que serán aplicadas “de inmediato a individuos en alto riesgo”. De hecho, no hay garantía que la vacuna de Pfizer, que se considera lleva la delantera, obtenga una autorización rápida para su utilización de emergencia. Incluso si la consigue, no hay información aún que indique si la vacuna funciona en los adultos mayores o sólo en los adultos jóvenes y más saludables. Pfizer tampoco tiene grandes existencias aún para ser enviadas; los lotes iniciales de vacunas serán pequeños y estarán dirigidos a poblaciones que no han sido determinadas aún.
Trump no aceptó el viernes preguntas de los reporteros. Tampoco ha respondido preguntas desde antes de las elecciones.
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