La familia del policía de Río Grande que falleció a causa de COVID-19 aseguró que, de no ser por la tardanza para recibir tratamiento médico tan pronto fue diagnosticado, podría estar vivo hoy.
En una entrevista con Telenoticias, la hermana de Juan Ramírez Padilla, Juana Ramírez, explicó que el oficial recibió la noticia de que arrojó positivo el pasado lunes y tardó varios días en recibir una tratamiento adecuado.
“Él se fue a hacer la prueba molecular y da positivo. Lo recluyen en el hospital nuevo de Carolina y entonces él no tenía síntomas, pero hacía ya dos días o tres que no recibía su diálisis“, narró.
“Entonces llega al hospital y cuando pide que le den su diálisis, hubo una negligencia que se tardaron casi un día para otro y lamentablemente sus pulmones se llenaron de agua“, continuó.
Según el reportaje, el miembro de la Uniformada era padre de tres y compañero de trabajo del teniente Roberto Rodríguez Hernández, quien también falleció recientemente a causa del coronavirus.
El anuncio del deceso lo realizó la gobernadora Wanda Vázquez Garced durante la conferencia de prensa del viernes, cuando informó de medidas más restrictivas que formarán parte de una nueva Orden Ejecutiva dirigida a reducir la cantidad sustancial de contagios de COVID-19 que ha incrementado desde el pasado mes.
