Si bien al momento puede existir una ausencia de datos oficiales contundentes sobre la problemática, no es menos cierto que el aumento de incidentes de violencia intrafamiliar a consecuencia de las medidas de confinamiento implementadas para enfrentar la pandemia del COVID-19 es una realidad latente.
Y, como suele suceder en todo tipo de emergencias, es en las poblaciones de por sí más vulnerables que se exacerba el impacto negativo de la situación de crisis.
PUBLICIDAD
“Las poblaciones más vulneradas en el país son la niñez, los adultos mayores y las mujeres. Son poblaciones que tienen un arrastre de vulnerabilidad porque son víctimas de las estructuras y el sistema. Tenemos (también) otras poblaciones que pueden recibir el embate, como las personas institucionalizadas, como los jóvenes recluidos y las personas que están en las cárceles. El arrastre viene desde (el huracán) María, la pandemia y más de 10 años en crisis económica”, resumió la presidenta del Colegio de Profesionales del Trabajo Social, Mabel López Ortiz.
En momentos en que incluso el gobernador electo, Pedro Pierluisi, no ha descartado la posibilidad de otro cierre total ante las cifras récord de contagios, hospitalizaciones y muertes por coronavirus que se han registrado en las últimas semanas, la perspectiva de otro periodo de confinamiento levanta serias preocupaciones entre las expertas consultadas por este medio.
“El lockdown significa que no hay un acompañamiento y ayuda a esos que yo llamo las poblaciones vulneradas que necesitan asistencia porque por sí mismas no pueden atender sus necesidades. Sería cometer un grave error pensar en atender otra vez la pandemia con una mirada exclusivamente desde la salud. Hay programas y atención sociosalubrista que incluye toda la complejidad de lo que es la pandemia”, sostuvo López Ortiz.
“El lockdown significa que no hay un acompañamiento y ayuda a esos que yo llamo las poblaciones vulneradas que necesitan asistencia porque por sí mismas no pueden atender sus necesidades”.
Irma Lugo, coordinadora del Observatorio de Equidad de Género, recordó que las condiciones de la pandemia crean toda una gama de estresores que afectan la salud emocional y que a su vez elevan el potencial de conflictos que derivan en violencia intrafamiliar.
“Si las personas quedan sin empleo, las personas que viven en los campos, la población del área sur que vivió la situación de los terremotos… Hay situaciones que las personas ya las están sufriendo, unas condiciones por desastres socionaturales y entonces están expuestos a que el gobierno no responda, por lo menos el (gobierno) estatal”, expresó Lugo.
PUBLICIDAD
En esas circunstancias, López Ortiz y Lugo resaltaron el esfuerzo de entidades no gubernamentales, como el Proyecto Matria, que en unión a otras organizaciones estableció el 23 de abril, a poco más de un mes de instaurado el estado de emergencia por la pandemia, una línea de ayuda directa.
El trabajador social José Galarza, parte del equipo del Proyecto Matria, detalló que desde esa fecha la entidad ha manejado 1,643 casos de diversa índole que llegaron a su atención a través de la línea de ayuda, que se consigue al número 787-489-0022. Galarza destacó que han identificado picos de llamada alrededor de las fechas en que la gobernadora Wanda Vázquez anuncia las órdenes ejecutivas que se extienden por semanas.
Para operar en todo momento, la línea telefónica está subvencionada con fondos de la organización Oxfam America y es producto de un esfuerzo conjunto entre el Proyecto Matria, el Hogar Ruth, la Casa de la Bondad, la Casa Protegida Julia de Burgos y la Oficina de Asuntos de la Mujer del municipio de Caguas.
Tan solo desde el inicio de octubre, indicó el trabajador social, se han atendido 118 casos de ciclos activos de violencia doméstica, mientras otras 167 personas han llamado para orientación al sentir que se encuentran en una posición de peligro. Sin embargo, reconoció que esas cifras de ninguna manera representan el universo de incidentes que atienden estas organizaciones, pues las diversas entidades no necesariamente reportan los casos al momento.
“Para el manejo de la pandemia, lo primero que se pensó fue en el lockdown o en aislaronos en nuestras casas. Pero la verdad es que, para muchas de nuestras familias, la casa no es el lugar ideal ni romántico que tenemos todos y todas en la mente, de que deberíamos estar seguros y seguras. Ha habido un aumento (de violencia intrafamiliar), pero creo que los datos los vamos a poder ver al final del camino”, manifestó López Ortiz.