Dos de los proyectos de envergadura luego del huracán María, a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE UU (USACE), conllevarían rellenar con arena periódicamente las famosas playas capitalinas de Condado y Ocean Park, junto con un rompeolas. La entidad federal propone además colocar piedras a lo largo de una milla de costa en Rincón.
Los proyectos buscan proteger las propiedades y la infraestructura de San Juan y Rincón del oleaje, las inundaciones y la erosión que causan las tormentas y el aumento del nivel del mar en un periodo de 50 años. El periodo para enviar preguntas y comentarios públicos, en medio de la temporada navideña y de la pandemia, abrió apenas el 20 de noviembre de 2020 y vence el 6 de enero de 2021.
Dos oceanógrafos del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico y una geóloga oceanográfica del Recinto de Río Piedras entrevistados por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) anticiparon que el proyecto de Rincón afectaría la posibilidad de recuperar las ya erosionadas playas de ese municipio y que compromete el futuro de su turismo.
El objetivo secundario de esta propuesta es mantener espacios naturales, recreativos y turísticos, según el USACE.
Mínimo el tiempo para comentarios públicos
Miguel Canals Silander, director del Centro de Ciencias Oceánicas Aplicadas e Ingeniería del RUM; Aurelio Mercado, profesor de Oceanografía Física en esa misma institución; y Maritza Barreto, directora del Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico, advirtieron que siendo este un proyecto crítico para las costas de la capital y de Rincón, debería tener más promoción, análisis y discusión pública. El CPI le preguntó al USACE por qué el periodo de comentarios públicos vence el 6 de enero de 2021, tomando en cuenta los señalamientos de los tres investigadores, la pandemia y la temporada festiva de la Navidad.
Una portavoz del USACE indicó que han llevado a cabo dos webinars públicos, adquirido publicidad en un medio de circulación general, publicado un comunicado de prensa y hecho anuncios en las redes sociales, además de enviar cartas a residentes de las zonas aledañas a los lugares en los que se harán las intervenciones.
El CPI preguntó a esa agencia porqué escogió solamente a San Juan y a Rincón, tomando en cuenta que otros municipios, como Arecibo, muestran los patrones de erosión más graves de toda la Isla, según la geóloga Maritza Barreto, directora del Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico.
El USACE indicó que la Ley de Control de Inundaciones, Ríos y Puertos de 1970, que habilita los fondos federales para hacer las intervenciones en la costa, requiere llevar a cabo estas medidas en áreas en que haya una justificación económica. Es decir, donde el valor de la infraestructura que hay que proteger sea lo suficientemente grande para que compense los gastos.
Los expertos entrevistados 一 al igual que residentes de Loíza, donde USACE también propone un rompeolas para lidiar con la erosión 一 critican que la selección por la entidad federal de áreas costeras para proyectos de mitigación esté basada solo en aspectos económicos, sin considerar otras variables humanas y sociales.
El proyecto de San Juan y Rincón costará sobre $203 millones y protegerá pérdidas en infraestructura valorada en más de $245 millones en un periodo de cincuenta años.
El 62% de los gastos de la construcción inicial y el 48% de los costos de los rellenos de arena que se harán sistemáticamente en San Juan serán pagados con fondos federales. Queda por ver cómo hará el Gobierno de Puerto Rico para conseguir el dinero restante, cuando enfrenta una crisis económica y procesos de bancarrota de las instrumentalidades públicas.
Damaris Delgado, secretaria auxiliar de Conservación e Investigaciones en el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), que coauspicia el proyecto, indicó que esa agencia está explorando, a través de la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, la posibilidad de que el gobierno federal pueda completar el trabajo con otros fondos federales.
Los $203 millones “son números preliminares”, indicó Delgado. “Cuando tengamos los finales vamos a tener más capacidad de trabajar con el requerimiento que tiene que cumplir el Gobierno de Puerto Rico y buscaríamos las estrategias que no tenemos ahora” para conseguir el dinero, añadió.
La intervención podría “matar” la playa, el turismo y el valor de las casas
Canals, Mercado y Barreto coincidieron en que el plan escogido para Rincón es inadecuado. “Es una pena porque van a estar reemplazando playas de arena por roca”, dijo Barreto, quien señaló que USACE hizo su estudio con información que no es la más actualizada, pues data de 2016, y que su análisis espacial debe ser más preciso. “El Cuerpo de Ingenieros se tira por lo fácil. Cuando tiras roca, perdiste la playa”, dijo Mercado. “Las comunidades deben presionar para que haya una justificación híbrida que no sea un rompeolas de piedra de una milla de largo en Rincón. Esa intervención puede salvar las casas. Pero matas la playa y el turismo. Y las casas que salvaste pierden valor”, añadió Canals.
El USACE calcula que, si no se hace una intervención, los daños en infraestructura en Rincón podrían ascender a más de $34 millones dentro de un periodo de 50 años.
“Nosotros estamos abiertos a recibir las recomendaciones de todo el mundo”, alegó la Subsecretaria Auxiliar del DRNA, quien está de forma interina al frente del Programa de Manejo de la Zona Costanera de esa agencia. “Si las preocupaciones de esos expertos y los puntos que traen son lo mejor y los podemos defender, se evalúa y se le presenta al Cuerpo de Ingenieros para que se integre al trabajo que están haciendo”.
El USACE aún está evaluando alternativas que no sean exclusivamente el revestimiento con rocas a lo largo de la costa de Rincón, como alimentar la playa con arena, según Carolina Burnette, una de las ingenieras de USACE que trabaja en la planificación del proyecto.
“No es una decisión fácil. En Rincón, rellenar con arena es más caro. Cuando pongamos la arena, no se va a quedar. Se va a ir y tiene que ser realimentada con más frecuencia que San Juan”, dijo Milan Mora, director de la División de Recursos de Agua del Distrito de Jacksonville, Florida, del USACE.
Tan solo en la playa de Ocean Park, las intervenciones podrían proteger propiedad valorada en más de $132 millones dentro de un periodo de cincuenta años, según el USACE. Allí se instalará infraestructura de rompeolas en combinación con alimentación de arena a lo largo de más de una milla. Para minimizar el posible impacto ambiental durante el proceso de relleno de arena, el USACE ha optado por llevar el material en camiones hasta la playa, en lugar de hacerlo desde el agua, según Burnette.
En Punta Piedrita, costa aledaña al Hospital Ashford del Condado, y en la zona residencial de Punta Las Marías, al igual que en Rincón, habrá revestimiento con rocas. Pero, a diferencia de Rincón, estos puntos específicos de la capital no son balnearios, por lo que no se estarían afectando las playas. “No queda arena. Lo que se va a hacer es reforzarlo, armarlas más, mejorar esos lugares”, explicó Mercado.
El oceanógrafo criticó que el Gobierno de Puerto Rico, después de permitir construcciones en la zona costera, vaya ante el gobierno federal para buscar fondos con el fin de resolver los problemas que enfrenta la infraestructura que en principio no debió estar allí. “El ciclo es bien obvio. Dan permiso a una construcción y se construye. Al tiempo el oleaje choca con la estructura, porque aumenta el nivel del mar. El proyecto pide permiso para tirar piedra. El gobierno le da el permiso. Si el costo de ese proyecto es mucho, le piden al gobierno federal que intervenga. El Cuerpo de Ingenieros tira roca y se pierde la playa. Ya sucedió en Aguadilla en el paseo La Marina”.
El mismo estudio del USACE reconoce ese patrón que comenta Mercado, al señalar que el Gobierno de Puerto Rico no ha establecido una línea de control de construcción costera con mayores restricciones. “No podemos cambiar el pasado y pretender que no ocurrieron las construcciones en la costa. Pero en el futuro se puede tener una mejor planificación que pudiera prevenir la situación que vemos ahora”, dijo Carolina Burnette de USACE.
Para enviar preguntas y comentarios sobre el estudio, las personas deben comunicarse a PuertoRicoCoastalStudy@usace.army.mil
También pueden dirigir una carta a la atención de Angela Dunn, al U.S. Army Corps of Engineers, Jacksonville District, 701 San Marco Blvd, Jacksonville, Florida 32207-8175.
Esta nota se publica en Metro gracias a una alianza con el Centro de Periodismo Investigativo. Puede acceder la versión original AQUÍ