México autorizó el lunes el uso de emergencia de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, con la esperanza de impulsar una campaña de vacunación que apenas ha administrado 44.000 vacunas desde la tercera semana de diciembre, lo que representa alrededor del 82% de las dosis que el país ha recibido.
Anteriormente, la vacuna desarrollada por Pfizer era la única que había sido aprobada en México. Los reguladores mexicanos fueron los encargados de dar luz verde a la de AstraZeneca.
El secretario de Relaciones Exteriores del país, Marcelo Ebrard, tuiteó que era una “muy buena noticia la aprobación de emergencia de la vacuna AstraZeneca” y que “con ello se iniciará muy pronto la producción en México”.
El subsecretario de Salud del país, Hugo López-Gatell, dijo que informó erróneamente la aprobación de la vacuna de la firma china CanSino, y señaló que aún no se habían entregado todos los resultados de los estudios para demostrar su inocuidad y efectividad.
México ha depositado muchas de sus esperanzas en la vacuna de CanSino, que es más económica y sólo requiere una dosis. “Nos facilitaría mucho las cosas”, comentó López-Gatell.
En tanto, el Instituto Mexicano del Seguro Social publicó más información sobre una doctora del norte de México que tuvo una reacción alérgica tan grave a la vacuna de Pfizer la semana pasada que fue hospitalizada en terapia intensiva.
La doctora presentó dificultades para respirar, inflamación cerebral y convulsiones media hora después de que le administraran la vacuna. Los expertos están realizando pruebas para determinar si padeció una inusual inflamación de la médula espinal llamada mielitis transversa. Se reportó que la doctora ya se está recuperando.
López-Gatell, quien dirige la respuesta del país a la pandemia, tuvo que dar una explicación luego de que fue visto en una playa del sur de México, aparentemente en un restaurante, sin portar una mascarilla.
El subsecretario ha pedido en repetidas ocasiones que los mexicanos se queden en casa. También ha puesto en duda que las mascarillas protejan a la gente de contraer el coronavirus.
El lunes dijo que no veía nada malo en haber viajado al estado de Oaxaca para visitar a unos amigos y familiares, y agregó que el nivel de alerta por el virus es bajo en esa entidad.
Durante el fin de semana, medios de comunicación locales publicaron fotografías de López-Gatell en las que se le ve en un restaurante al aire libre, presumiblemente en el destino turístico de Zipolite, en el sur del estado de Oaxaca, el cual tiene reglas para el uso obligatorio de mascarillas.
Por su parte, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo que López-Gatell era un “muy buen servidor público”. Hasta ahora, México ha registrado cerca de 1,45 millones de casos confirmados de coronavirus y 127.757 decesos a causa de la enfermedad.
López Obrador señaló que es bueno que los funcionarios públicos estén bajo el escrutinio, pero recordó que también tienen derechos.
