El juez presidente del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Gustavo A. Gelpí y los jueces del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico anunciaron este martes el retiro de la jueza Carmen Consuelo Cerezo luego de 40 años en el tribunal federal, efectivo el 28 de febrero de 2021.
Al ser nominada por el presidente Jimmy Carter en 1980, la jueza Cerezo se convirtió en la primera mujer hispana en ocupar el puesto de jueza de distrito de los Estados Unidos en todo el sistema judicial federal. Más tarde, en 1993, también se convirtió en la primera mujer puertorriqueña en servir como jueza presidenta de un tribunal de distrito de los Estados Unidos.
“Pero el derecho no ha sido la única pasión de la jueza Cerezo. La antigua toga judicial española que ha vestido a través de los años da testimonio de una mujer de inigualable fuerza al asumir los muchos roles que ha elegido: esposa, madre e hija de Dios. Una mujer que ha enarbolado suavemente sus fuertes convicciones, la jueza Cerezo es conocida por su poderosa intensidad en el estrado y en sus opiniones”, destaca una comunicación escrita del Tribunal.
“Quizás la formación de la jueza Cerezo en el ballet clásico cuando joven —disciplina caracterizada por la inspiración, el enfoque y la fuerza— provea el mejor símbolo, una premonición, de la jurista en que se convertiría. La jueza Cerezo elevó la barra para todos los que practicaron en su sala en cuanto al conocimiento de la ley y la representación ética, dando ella siempre el ejemplo ante los desafíos más difíciles con su conocimiento cabal de la ley, su carácter firme, su probidad indiscutible, su profundo respeto por el sistema de jurados y su dominio erudito de las reglas de evidencia”, indica el comunicado.
“Quienes han compartido con la jueza Cerezo en entornos menos formales conocen de su profundo amor por Puerto Rico, su intenso amor por la familia y su bien centrado sentido del humor. Una mujer de creencias religiosas fuertes y firmes, la jueza Cerezo describió la difícil situación de Vieques como campo de práctica de bombardeos de la Marina estadounidense como ‘una oración silente por la paz ante el Santísimo Sacramento’, recusándose de participar en los casos presentados contra los manifestantes a principios de la década del 2000”, añade el parte escrito.
“El entendimiento de la jueza Cerezo sobre la esencia del derecho fundamental al trato igual ante la ley es su característica fundamental, el respeto con el que aborda todos los casos sin importar su grado de dificultad o su alta publicidad: todos los litigantes no solo exigen, sino que merecen igual protección. Las diferencias en cuanto a crianza o desventaja social, un historial privilegiado o sumido en la pobreza, las creencias religiosas, clase política, raza, género o cualquier otra etiqueta en la que se piense, nada han importado en la sala de la jueza Cerezo. El militante del Ejército Popular Boricua Filiberto Ojeda, la protección de los derechos de los electores a pesar de su inactividad, las víctimas de la trágica explosión de Humberto Vidal, todos y cada uno de los litigantes en la sala de la jueza Cerezo sintieron su respeto”.
“El derecho a identificar nuestra propia existencia es medular a nuestra humanidad”. Esta cita, extraída de la opinión de avanzada de la jueza Cerezo reconociendo el derecho de las personas transgénero a definir su propia identidad, encarna su mantra judicial, encomiando a quienes enfrentan y superan dificultades para dar “los pasos hasta el tribunal para exigir lo debido”. La jueza Cerezo ha dedicado su vida a aquellos que con valentía buscan la justicia uniendo, como Santo Tomás de Aquino, la fe y el razonamiento lógico que, en última instancia, provienen de Dios”, indica el comunicado.
“La jueza Cerezo ha sido la valentía definida en sus muchos matices: sus sueños, los techos de cristal que logró romper, sus logros como jueza y como jurista, su liderazgo a través de su ejemplo, su tierno amor por su fallecido esposo Benny Frankie Cerezo, su devoción a sus hijos Rossana y Francisco Javier, su orgullo de abuela por Sara Gabriela, su humanidad”.
“Adiós y enhorabuena a la jueza Cerezo al acogerse a su jubilación del estrado. Su sustancia y su legado quedarán para siempre en los pasillos de justicia del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico”, concluye el comunicado de la Corte federal en Puerto Rico.