El Senado aprobó a viva voz hoy, jueves, investigar el manejo por parte del Departamento de Corrección y Rehabilitación de brotes de COVID-19 que ocurrieron el mes pasados en dos cárceles de Ponce y Bayamón.
La Resolución del Senado 56, radicada por el presidente senatorial José Luis Dalmau Santiago, alude a los contagios en la Institución 676 en Ponce y en el módulo 1 de la cárcel de Bayamón, que resultaron en un total 94 confinados con el novel virus.
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“Es de suma importancia poder conocer qué mecanismos de precaución se están implementando para tener un control y conocimiento de los empleados que laboran en las instituciones del país, ya que se desconoce qué medidas de precaución toman una vez salen de sus turnos”, esboza la exposición de motivos de la legislación.
En el caso de Bayamón, el brote surgió debido a que cinco de los confinados infectados tuvieron contacto con un oficial correccional que arrojó positivo. Estos cinco luego contagiaron al resto del grupo.
En ambos casos se activaron los protocolos para manejar los casos positivos, según informó en ese entonces la secretaria designada del DCR, Ana Escobar Pabón.
De acuerdo con la Orden Ejecutiva vigente, los reclusos no pueden recibir visitas de familiares. De igual manera, según la medida, el Gobierno debe buscar alternativas para desarrollar un protocolo para así reiniciar con las visitas.