Un aumento en las temperaturas a lo largo del sur de Estados Unidos el sábado brindó un poco de alivio a una región azotada por el invierno que enfrenta un periodo desafiante de labores de limpieza y costosas reparaciones tras varios días de frío extremo y apagones generalizados.
En Texas, estado afectado por las bajas temperaturas y donde se advirtió a millones de personas que debían hervir el agua del grifo antes de beberla, se esperaba que el tiempo más cálido dure varios días. El descongelamiento produjo la ruptura de tuberías por toda la región, agregándose a la lista de problemas causados por las severas condiciones climáticas a las que se les ha atribuido la muerte de más de 70 personas.
Para la tarde del sábado, el sol había salido en Dallas y las temperaturas rondaban los 50 grados Fahrenheit. La población salió de sus casas a caminar y trotar en los barrios residenciales después de permanecer dentro de sus viviendas por días. Muchos caminos se habían secado, y porciones de nieve se derretían.
Linda Nguyen despertó la mañana del sábado en la habitación de un hotel en Dallas con una certeza que no había tenido en cerca de una semana: Ella y su gato habían dormido con electricidad y agua potable.
El servicio eléctrico había sido restaurado en su apartamento el miércoles. Pero cuando Nguyen llegó a casa del trabajo a la noche siguiente, se encontró con la alfombra empapada. Una tubería se había roto en su habitación.
“Es prácticamente inhabitable”, lamentó Nguyen, una mujer de 27 años que trabaja en bienes raíces. “Todo está completamente arruinado”.
Entre las muertes atribuidas al mal tiempo está la de un hombre en un hospital de Abilene donde la baja presión del agua imposibilitó su tratamiento médico. Las autoridades también reportaron muertes por hipotermia, incluyendo personas indigentes y quienes radican en edificios sin electricidad o calentones. Otras perecieron en accidentes automovilísticos en carreteras congeladas o por presunta intoxicación con monóxido de carbono.
Cerca de la mitad de los decesos reportados hasta el momento sucedieron en Texas, y varias muertes también se registraron en Tennessee, Kentucky, Oregon y algunos otros estados del sur y la región centro-norte del país.
Un granjero de Tennessee falleció mientras intentaba salvar a dos terneros que aparentemente cayeron a un estanque congelado.
El presidente Joe Biden declaró zona de gran desastre en Texas, con lo que ordenó a las agencias federales que ayudaran en los esfuerzos de recuperación.
Las tormentas dejaron a más de 300.000 usuarios sin electricidad en todo el país el sábado, la mayoría de ellos en Texas, Luisiana y Mississippi.
Más de 50.000 clientes del servicio eléctrico en Oregon seguían sin electricidad, más de una semana después de que una tormenta invernal azotara la red eléctrica. La gobernadora de Oregon, Kate Brown, ordenó a la Guardia Nacional que recorriera las casas de las áreas más afectadas, tocando de puerta en puerta, para garantizar que todos los residentes tengan suficiente comida y agua.
En Jackson, Mississippi, la mayor parte de la ciudad de 161.000 habitantes no tenía servicio de agua potable y las autoridades señalaron que las cañerías tienen más de 100 años de antigüedad y no fueron hechas para resistir condiciones congelantes.
Las cuadrillas bombearon agua para rellenar las cisternas de la ciudad, pero faltaban los productos químicos para potabilizar el agua porque el hielo en las rutas dificultaba la distribución, dijo el alcalde Chokwe Antar Lumumba.
La municipalidad estaba proporcionando agua para beber y para los inodoros, pero los habitantes tenían que conducir a determinados lugares para recogerla, dejando vulnerables a los ancianos y a las personas sin vehículos motorizados.
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La ruptura de cañerías maestras y problemas en las estaciones de bombeo provocaron escasez de agua potable, el cierre del Aeropuerto Internacional de Memphis y problemas para que los hospitales pudieran trabajar en condiciones de higiene suficientes.
Los vuelos de llegada y salida en el Aeropuerto Internacional de Memphis fueron reanudados el sábado luego de que todos los vuelos fueron cancelados el viernes por problemas de presión del agua. Si bien los problemas no habían sido resueltos del todo, las autoridades del aeropuerto instalaron baños temporales.
Los problemas de agua eran las penurias más recientes que enfrentaron los residentes del sur de Estados Unidos después de días sin calefacción o electricidad porque las tormentas de hielo y nieve obligaron a los servicios públicos de Minnesota a Texas a programar apagones para aliviar la presión sobre las redes.
Los operadores de la red eléctrica en Texas dijeron que el sistema se normalizó el viernes por primera vez desde que la tormenta privó de electricidad a millones de usuarios. Persistían apagones menores, pero el presidente del ERCOT, Bill Magness, dijo que la red tiene capacidad suficiente para abastecer todo el sistema.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó una investigación sobre la falla en su estado, el cual es considerado la capital energética de Estados Unidos, mientras que los directivos de la empresa de suministro eléctrico Electric Reliability Council of Texas (ERCOT) defendieron sus preparativos y la decisión de realizar apagones desde el lunes.
Los habitantes de Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, probablemente tendrán que hervir el agua corriente hasta el domingo o lunes, informó el alcalde de la ciudad, Sylvester Turner.