Las campañas de vacunación contra el COVID-19 contribuyen a un descenso significativo de hospitalizaciones, según dos estudios del Reino Unido publicados el lunes, lo que aumenta las esperanzas de que las vacunas funcionen tan bien en el mundo real como lo han hecho en los estudios controlados.
Los resultados preliminares de un estudio en Escocia hallaron que la vacuna de Pfizer-BioNTech redujo las admisiones a hospitales en hasta 85% cuatro semanas después de administrar la primera dosis, mientras que la de Oxford-AstraZeneca redujo las admisiones en hasta 94%. En Inglaterra, los datos preliminares de un estudio de trabajadores de salud pública mostraron que la vacuna de Pfizer redujo el riesgo de contraer COVID-19 en 70% después de una dosis, una cifra que aumentó a 85% después de la segunda.
“Esta nueva evidencia demuestra que la inyección te protege, y protege a quienes están a tu alrededor”, dijo el secretario de Salud del Reino Unido Matt Hancock. “Es importante que tengamos tanta evidencia como sea posible sobre el impacto de la vacuna en la protección y en la transmisión, y seguiremos publicando evidencia conforme la reunamos”.
Los estudios fueron publicados en un momento en que el primer ministro Boris Johnson anunciaba planes para aliviar la cuarentena que tiene cerrados a bares, escuelas y tiendas no esenciales desde principios de enero. La distribución de las vacunas es crítica para que el país regrese a algún tipo de normalidad. Hasta el momento, más de 17,5 millones de personas han recibido una dosis, que representa más de una tercera parte de la población adulta del Reino Unido.
Gran Bretaña tiene la tasa de mortalidad más elevada por el brote en Europa, con más de 120.000 fallecimientos.