Coronavirus

Salud aguarda por detalles de distribución de la nueva vacuna contra el Covid-19

Se anticipa que con la entrada al mercado de una tercera vacuna se reabran los segmentos poblaciones elegibles para inmunizarse.

Más allá de la certeza de que la primera entrega de la nueva vacuna contra el Covid-19, desarrollada por la compañía Johnson & Johnson, incluirá 28,000 dosis, es poca la información concreta que ha recibido el Departamento de Salud sobre el flujo que recibirá de este antídoto que, de momento, representa la esperanza de la agencia para abrir el proceso de inoculación a más segmentos poblacionales.

La coordinadora del Programa de Vacunación del Departamento de Salud, Iris Cardona, precisó que entre hoy y mañana el Comité Asesor de Prácticas de Inmunización estará ofreciendo sus recomendaciones puntuales a las autoridades federales sobre la mejor manera de utilizar la vacuna, que es la tercera que recibe una autorización de uso de emergencia en los Estados Unidos, luego de las fabricadas por las compañías Pfizer y Moderna.

“Fuimos notificados que iba a haber disponibles unas 28,000 dosis de la vacuna de Janssen (subsidiaria de Johnson & Johnson que elaboró la vacuna). Lo que no está todavía específico, o al menos hasta el (pasado) viernes, es en qué momento se despacharán las 28,000 dosis. Sí nos hicieron saber que aparte de esas 28,000 dosis de la semana próxima, ellos tendrán muy pocas dosis disponibles y eso tiene que ver con el ejercicio de producción en la planta de la vacuna”, indicó Cardona en entrevista con Metro.

En ese sentido, Cardona lo comparó con el proceso en diciembre pasado, cuando se hicieron disponibles las vacunas de Pfizer y Moderna. En ambos casos, Puerto Rico recibió cargamentos iniciales mayores a la cantidad de dosis que se entregaron en las semanas subsiguientes, patrón que podría repetirse con la vacuna de Johnson & Johnson.

Al momento, el Departamento de Salud continúa recibiendo 35,100 primeras dosis semanales de Pfizer, así como 34,200 de Moderna. Otras 10,700 se asignan directamente a cadenas de farmacias como Walgreens, Costco, WalMart y CVS para un total de 80,000 primeras dosis cada semana.

La vacuna de Johnson & Johnson, sin embargo, solo requiere la administración de una dosis, elemento que viabiliza, explicó Cardona, la realización de actividades de vacunación “a gran escala”.

“Ofrece unas ventajas en términos de logística para hacer vacunaciones a gran escala o en grupos grandes porque no necesitas la segunda dosis, según ha sido autorizado su uso. La vemos como una herramienta más conveniente en los ejercicios de vacunación a gran escala. […] Lo que haría falta es asegurar el suplido, o una cadencia constante de entrega de vacunas hasta lograr vacunar a toda la población de Puerto Rico que necesite ser vacunada”, sostuvo la también infectóloga.

Considerando que mañana culmina la vigencia de la orden administrativa que el secretario designado de Salud, Carlos Mellado, emitió el 2 de febrero para restringir el proceso de vacunación a personas mayores de 65 años y empleados escolares, Cardona señaló que lo importante será “mantener el justo balance”, dando a entender que sería adecuado reabrir el proceso a más sectores, particularmente las personas elegibles bajo la subfase 1-B, que incluye a primeros respondedores, transportistas públicos y trabajadores de la cadena de alimentos.

“En la medida en que tengamos vacunas disponibles se abren avenidas para alcanzar, porque últimamente el objetivo es alcanzar a toda la población. La idea de limitar por cuatro semanas (y que) se destinara exclusivamente a los mayores de 65 años de edad es permitir que se avanzara en ese proceso porque es una población bien grande la que tenemos que atender y además es la más vulnerable, porque el factor edad es el más importante en el desarrollo de complicaciones. Se ha avanzado, no todo lo que deberíamos, pero eso no quiere decir que no se pueda de alguna manera asignar dosis específicas para ir cubriendo otros sectores de la población”, planteó la experta, al recalcar que la política pública, en última instancia, quedará a discreción del secretario Mellado.

Los datos del tablero digital del Departamento de Salud indican que se han administrado unas 171,124 dosis de la vacuna a mayores de 65 años, una población que se estima entre 600,000 y 700,000 personas. El tablero no detalla cuántas de esas personas ya completaron el ciclo de dos dosis.

Ante la preocupación de que los estudios de la vacuna de Johnson & Johnson arrojaron un porcentaje de inmunidad menor al que reflejaron tanto Pfizer como Moderna, Cardona resaltó que no es correcto comparar directamente los resultados, ya que se realizaron en momentos distintos. Por ejemplo, dijo Cardona, las vacunas de Pfizer y Moderna se probaron en etapas donde no habían proliferado las variantes del Covid-19 que posteriormente se han descubierto en países como Inglaterra, Brasil y Sudáfrica.

Pero sobre todo, destacó que las pruebas de Johnson & Johnson mostraron alta efectividad en evitar complicaciones producto del virus.

“Es diferente si mides la eficacia en Estados Unidos versus Brasil (o) Sudáfrica. Cuando el número se computa general, en promedio sale más bajita que Moderna y Pfizer. Sin embargo, es por el tiempo y el virus que está circulando. No obstante, se mantiene en todos los países una eficacia de 85%, que es buenísimo, en prevenir enfermedad severa, hospitalización y muerte. Eso no es distinto de lo que se dio con las vacunas de Pfizer y Moderna”, planteó Cardona.

La exsubsecretaria de Salud, de otro lado, manifestó que la aprobación de la vacuna de Johnson & Johnson refuerza la proyección de que tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos será posible cumplir con la meta de alcanzar la inmunidad colectiva para finales del verano.

“Se ha dicho que si esto no ocurre a finales del verano, en algún momento entre septiembre y diciembre deberíamos estarlo alcanzando según aumente la producción de vacunas”, puntualizó.

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