El Gobierno de Japón ha solicitado a China que deje de obligar a los ciudadanos japoneses que llegan al país a someterse a test anales de COVID-19 debido a que les causan “angustia psicológica”, publican hoy los medios locales.
La petición ha sido trasladada al Ejecutivo chino a través de la Embajada japonesa en Pekín, indicó el jefe del Gabinete nipón y ministro portavoz, Katsunobu Kato, en declaraciones a los medios realizadas el lunes y recogidas este martes por los medios locales.
La protesta diplomática de Japón se produce después de otra similar presentada la semana pasada por representantes del Gobierno de EE.UU. en China, según informó la cadena estadounidense CNN.
Las ciudades chinas de Pekín y Qingdao incluyeron a finales de enero pruebas anales de COVID-19 entre los requisitos para las personas procedentes del extranjero, un tipo de test que ya había sido empleado en Shanghái a principios de 2020 como uno de los estándares para autorizar las altas a pacientes de COVID-19 hospitalizados.
Este nuevo método de prueba se exige como parte de los requisitos de cuarentena a la llegada al país desde el exterior y, conforme a expertos citados por los medios chinos, serían más precisos que otros usados comúnmente como la toma de muestras faríngeas con hisopos introducidos a través de la nariz -la más común para las pruebas PCR-, de saliva o de sangre.
Con información de EFE
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