Coronavirus

Mónica Feliú Mójer: “Estamos construyendo el avión mientras vamos volando”

Hablamos con la científica y comunicadora sobre los retos de educar al público general sobre los riesgos que implica el Covid-19.

En un país en el que las principales autoridades salubristas despachaban los riesgos del Covid-19 con expresiones como la del exsecretario de Salud Rafael Rodríguez, de que a la isla no llegaban vuelos directos de China, o de Carmen Deseda, ex epidemióloga del Estado, de que estábamos lejos del Gigante Asiático, contrario a lugares como Italia, recayó demasiadas veces en entidades independientes la labor de educar correctamente sobre los peligros que eventualmente vivimos en carne propia.

Mónica Feliú Mójer, como directora de Comunicación y Divulgación Científica de la organización Ciencia Puerto Rico, ha estado en esa línea de batalla desde antes de que se conocieran los primeros casos de Covid-19 en el país, el 13 de marzo de 2020. Metro conversó con la neurobióloga sobre la forma en que los puertorriqueños nos hemos manejado en contexto sin precedentes recientes y las lecciones que, desde el aislamiento, hemos aprendido.

¿Cuán retante ha sido el proceso de comunicar públicamente sobre la pandemia del Covid-19 en un año en el que la propia comunidad científica se ha enfrentado a tantas interrogantes sobre un virus novel?

—Es cierto que era difícil prever lo complejo que iba a ser esta situación, pero creo que en Puerto Rico nos pudimos haber preparado más porque ya se estaba observando lo que ocurría al principio de lo que se convirtió la pandemia en China. En Puerto Rico desafortunadamente hubo un discurso de ‘eso no va a llegar porque no llegan vuelos de China’ o ‘estamos lejos’. Para la comunidad científica ha sido como tener 20 bolas en el aire. La comunidad científica y salubrista, a la vez que maneja los retos de las pruebas, de investigación, también ha habido una demanda de comunicar y educar, que es una parte bien importante y a la que no necesariamente estamos acostumbrados. La pandemia ha sido bien dinámica, cambiando rápidamente, y eso ha presentado unos retos particulares que la mayoría de los científicos y científicas puertorriqueñas no habíamos experimentado.

¿Cómo percibe el acercamiento del público general a la necesidad de educarse sobre las implicaciones del virus?

—Los puertorriqueños han respondido súper bien a estos mensajes de salud pública. Al principio de la pandemia, cuando comenzamos el encierro, los puertorriqueños siguieron esas órdenes muy bien y lo vimos reflejado en que esos primeros meses teníamos muy pocos casos, relativamente hablando. A través de diversos proyectos en los que estoy en contacto con líderes y lideresas de comunidades marginadas, se percibe que la gente quiere volver a la cotidianidad y está dispuesta a acatar sugerencias. Desde el punto de vista del Departamento de Salud, uno de los retos que veo es que no hay un solo portavoz que la gente diga ‘esta es mi fuente de información’. También hay que tomar en cuenta la falta de confianza que la gente siente en los gobernantes, un factor que no se puede ignorar al comunicar. En televisión, por ejemplo, vemos mucha gente o los talentos que tienen el faceshield, cuando eso no funciona. Aunque verbalmente no están diciendo ‘esto es lo que tienes que hacer’, con su comportamiento la gente piensa que ‘si ese reportero o ese talento lo hace y está bien, también me va a proteger a mí’.

El secretario de Salud, Carlos Mellado, dijo recientemente, de manera generalizada, que los puertorriqueños estamos ‘al garete’. ¿Qué siente cuando ve personas que ignoran las recomendaciones de salubridad?

—Causa mucha preocupación y, a veces, coraje y tristeza. Hay gente que sí está al garete y no sigue las medidas, pero no podemos generalizar de esa manera. Echarle culpa a las personas no es una estrategia eficaz. Quieres que las personas adapten su comportamiento y decirle ‘estás al garete’ o ‘mira lo que estás haciendo mal’ no es lo que funciona. Aunque frustra ver a personas que no están siguiendo todas las medidas, siempre trato de dar un paso atrás y ver por qué. ¿Es falta de información, tienen miedo, desconfianza? Lo próximo es cómo fomentar que cambien su comportamiento, que tengan formas prácticas en que la gente se pueda juntar con la familia o salir, porque no todo el mundo tiene el privilegio de poder quedarse en su casa, sino que tienen que salir a trabajar o a cuidar a un familiar.

¿Cómo debe evolucionar el campo de la educación y comunicación científica?

—Durante esta pandemia estamos construyendo el avión mientras vamos volando. Hay oportunidad de mejorar la prioridad que le damos a la salud pública como país, las comunicaciones en salud. Evitar el fatalismo y evitar echar la culpa a la gente, sino proveer soluciones prácticas. Como decimos, ‘Be right, be first, be credible’ (Sé correcto, primero y creíble). También hay oportunidad de aprovechar el sistema de rastreo para fortalecerlo para otros usos. Hemos aprendido que tenemos que invertir en la infraestructura de salud del país, desde nuestros hospitales hasta la capacidad de comunicar. Ojalá sea la última pandemia que tengamos que vivir en 100 años, pero son lecciones y estrategias que vamos a poder aplicar en otras emergencias.

¿Qué piensa del rol público que han asumido las científicas puertorriqueñas en el año que llevamos desde los primeros casos del COVID-19?

—La respuesta a la pandemia tiene cara de mujer. Una de mis colegas, Greetchen Díaz, una científica extraordinaria, dijo hace unos años que el futuro de Puerto Rico está en las manos de sus científicas. Hay una falta de equidad para las mujeres en los campos de la ciencia, particularmente en posiciones de liderazgo en los campos STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Esta pandemia ha puesto en evidencia la cría de las borinqueñas. Esto va más allá de aquellas que tenemos títulos formales en ciencia. He podido trabajar con grupos de base comunitaria y la realidad es que esas primeras respondedoras en las comunidades son mujeres. Aunque desde la perspectiva académica no las consideremos científicas, la realidad es que muchas están haciendo y usando ciencia.

Mira la entrevista completa:

Aquí otras entrevistas del especial:

  1. El reto de tomar decisiones durante una pandemia
  2. Fabiola Cruz: Enfrentó la burocracia para rastrear el COVID-19 en la isla
  3. Marieli González abrazó las redes sociales como arma educativa ante el COVID-19
  4. Melissa Marzán: “Uno no minimiza riesgos en salud pública”
  5. Claves las científicas en investigación clínica
Síguenos en Google News:Google News

Lo Último