De los 184 “eventos adversos” a la vacunación del Covid-19 registrados en Puerto Rico, el Departamento de Salud refirió dos casos a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) luego de que las personas fallecieran poco después de recibir una de las dosis.
La directora del Programa de Vacunación de la agencia, Iris Cardona, aclaró que ambas muertes –correspondientes a un hombre de 77 años y otro de 79– se encuentran bajo investigación y, al momento, no se tiene información concluyente a los efectos de que la administración de las vacunas haya incidido en los fallecimientos.
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“Al día de hoy no hay determinación en ninguno de estos eventos que se pueda decir que es producto, que están directamente asociados a la vacuna. Se está investigando y el reporte final llegará del CDC y la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), que son los que llevan esta vigilancia”, detalló Cardona en conferencia de prensa.
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La pasada subsecretaria de Salud subrayó que ambas personas padecían de varias condiciones comórbidas y que, en el caso del hombre de 77 años, se le diagnosticó el Covid-19 en una prueba realizada posterior al fallecimiento.
“La persona se vacunó en una facilidad de atención y estaba enferma y el diagnóstico que aparece en el certificado de defunción es que murió de Covid-19. No hay manera de que la vacuna provoque la infección de Covid-19, así que asumimos que fue que ya estaba enferma. Tenemos responsablemente que esperar el informe”, sostuvo Cardona.
“Se vacuna y en 24 horas fallece, pero tenía prueba positiva, cuadro clínico y placas compatibles con Covid-19. No había presentado síntomas (al momento de la vacunación)”, planteó Cardona.
De acuerdo con Cardona, la persona padecía de una serie de condiciones crónicas, entre ellas diabetes tipo 2, polimialgia, hipertensión, marcapasos y cardiovasculares.
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“Son personas mayores que van a vacunación. Dentro del screening (cernimiento) que se hace no tenían fiebre, nada. No tengo el detalle absoluto de cómo consienten a la vacunación, pero tenía Covid-19”, añadió la infectóloga pediátrica.
El hombre de 79 años igualmente presentaba un cuadro diabético, así como inmunosupresión debido a “una inmunodeficiencia previa”.
En el segundo caso “no tenemos prueba diagnóstica (de Covid-19), no hay diagnóstico final. Se sintió mal, llegó al hospital y murió”, describió Cardona.
“No hay relación causa y efecto que el sistema que nos diga que eso es así”, enfatizó la doctora.
Los dos fallecimientos bajo investigación representan el 0.0000035% de las 567,813 dosis de la vacuna administradas en Puerto Rico y registradas por el Departamento de Salud, o uno de cada 300,000 vacunas utilizadas.
Cardona detalló que, al momento, apenas 13, o un 7% de los 184 eventos adversos a la vacuna, han sido catalogados como serios. Del total, asimismo, 147 han sido reportados en mujeres, para un 80% de los casos.
137 de los eventos adversos, en tanto, han ocurrido luego de la administración de la vacuna de Pfizer, mientras los restantes 37 corresponden a la vacuna de Moderna.
La cifra de efectos adversos representa el 0.00033% de las dosis administradas, o uno por cada 3,000 vacunas.
Según Cardona, a nivel de todo Estados Unidos se han registrado cerca de 7 millones de reacciones adversas.
