El presidente Joe Biden dará a conocer el jueves un conjunto de medidas para combatir la violencia con armas de fuego, en la que será su primera acción importante para el control de armas desde que asumió el cargo.
El mandatario también propondrá a David Chipman, exagente federal y asesor del grupo de control de armas Giffords, como director del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Biden enfrenta una creciente presión para que adopte medidas después de una ola de matanzas con armas de fuego en las últimas semanas en Estados Unidos, aunque la Casa Blanca ha enfatizado reiteradamente en la necesidad de que el poder legislativo actúe para regular las armas de fuego. Aunque la Cámara de Representantes aprobó el mes pasado una iniciativa de revisión de antecedentes, las medidas para el control de armas tienen escasas posibilidades de avanzar en el Senado, donde ambos partidos poseen el mismo número de bancas y los republicanos se mantienen unidos casi en su totalidad contra la mayoría de las propuestas.
La mayoría de las medidas son iniciativa del Departamento de Justicia, y el secretario de Justicia Merrick Garland acompañará a Biden en el evento.
Se prevé que Biden dé a conocer disposiciones más estrictas que obligarán a los compradores de las llamadas “armas fantasma” a someterse a revisión de antecedentes. Esas armas de fuego de fabricación artesanal con frecuencia carecen de los números de serie utilizados para rastrearlas. Es legal fabricar un arma de fuego en casa o en un taller, y no existe un requisito federal de revisión de antecedentes.
Los planes del presidente fueron adelantados por una persona enterada de las medidas previstas, la cual no estaba autorizada para discutirlas públicamente.
Altos funcionarios confirmaron que el Departamento de Justicia emitirá en un plazo de 30 días una nueva disposición para controlar las armas sin número de serie, pero no dieron detalles.
El Departamento de Justicia también propondrá en un plazo de 60 días una normativa que endurecerá las disposiciones sobre los estabilizadores para pistolas, como el utilizado en la masacre del mes pasado que dejó 10 muertos en Boulder, Colorado. La medida permitirá designar a las pistolas equipadas con estabilizadores como fusiles de cañón corto, cuya posesión requiere un permiso federal de acuerdo con la Ley Nacional de Armas de Fuego, y están sujetos a un proceso de solicitud más detallado, así como a un impuesto de 200 dólares.
Funcionarios del gobierno insinuaron que podría haber más medidas en materia de armas, y describieron esta ronda de acciones ejecutivas como “pasos iniciales”.
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