Un video recién divulgado que muestra el momento en el que un policía de Chicago mata a un niño hispano de 13 años será prueba clave cuando los fiscales examinen el asunto y se tengan que confrontar con las emociones que han generado las escalofriantes imágenes y el precedente legal que dificulta presentar cargos contra las fuerzas del orden.
El video del incidente del mes pasado fue hecho público el jueves y causó enorme pesar e indignación. Muestra cuando el agente Eric Stillman, que es blanco, le dispara a Adam Toledo menos de un segundo después de que el chico tirara una pistola, volteara hacia Stillman y comenzara a alzar las manos.
Hay quienes se han pronunciado a favor de que Stillman sea enjuiciado o despedido, pero otros consideran que el video muestra cuán difícil puede ser para los fiscales y mandos policiales tomar una decisión de esa naturaleza por una situación en la que un agente policial toma una decisión rápida de accionar su arma después de perseguir a un sospechoso por un callejón oscuro tras acudir al lugar por un reporte de disparos.
La decisión de presentar cargos contra Stillman recaerá en la fiscalía estatal del condado de Cook, que recibirá el informe de la Oficina Civil de Responsabilidad Policial después de que esa junta independiente complete su investigación.
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Diversos juristas dijeron el viernes que no creen que Stillman pueda ser acusado conforme a los criterios establecidos en un fallo de la Corte Suprema en 1989 sobre el uso de la fuerza policial, aunque uno de ellos dijo que los fiscales podrían ver evidencia suficiente para justificar presentar un cargo por homicidio involuntario y permitir que un jurado decida la culpabilidad o inocencia.
La muerte del menor hispano a manos de Stillman se suma a las tensiones derivadas del proceder policial en Chicago y otras partes de Estados Unidos, en particular en las comunidades negras y latinas. Los videos y otros materiales de investigación tienen como telón de fondo el juicio en Minneapolis al exagente Derek Chauvin por la muerte de George Floyd y la muerte reciente de otro hombre de raza negra, Daunte Wright, a manos de la policía en uno de los suburbios de esa ciudad.
Unas 1.000 personas se congregaron el viernes en la noche en un parque en el sector noroeste de Chicago, algunas de ellas con carteles que decían: “Dejen de matar niños” y “El Departamento de Policía de Chicago no puede ser reformado”. Una banda de música tocaba mientras la multitud cantaba “sin justicia no hay paz”.
Dulce Rodriguez, de 34 años, sostenía un cartel que decía: “Somos Adam Toledo”. Su hija de 5 años, Vida, ondeaba una bandera mexicana grande.
“Pudo ocurrirle al hijo de cualquier persona”, afirmó Rodriguez, cuyo primo murió en junio pasado a causa de la violencia con armas de fuego.
“La policía no hizo nada. Ellos la atraen”, afirmó Rodriguez en referencia a la violencia con armas de fuego en vecindarios de bajos ingresos como en el que ella vive. “Estamos mejor cuando no están aquí”.