El gobierno italiano autorizó que cines, teatros y salas de conciertos abran a partir del lunes con un número limitado de espectadores en las regiones con menos contagios de COVID-19.
El aforo se limitó a 500 personas en recintos cerrados y 1.000 al aire libre. Los restaurantes también podrán dar servicio en zonas al aire libre.
Esta es la primera flexibilización de las restricciones a nivel nacional desde el incremento de los casos de coronavirus a finales del año pasado y la llegada de variantes. La propagación del virus ha disminuido a medida que avanza la campaña de vacunación, aunque virólogos advierten que el gobierno envía un mensaje de que todo está abierto sin que la situación esté bajo control.
Los ministros del gabinete también ratificaron durante su reunión del miércoles el actual toque de queda que comienza a las 10 de la noche.
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