El número de personas en Estados Unidos completamente vacunadas contra el coronavirus se acerca a los 100 millones. El parque Disneyland de California reabrió sus puertas el viernes y el alcalde de Nueva York pronosticó que la ciudad avanzará a toda marcha para el 1 de julio.
Los visitantes vitorearon felices cuando el parque temático en el sur de California abrió sus puertas por primera vez en 13 meses, en un símbolo poderoso de la recuperación del país, aunque el parque solamente permitirá por ahora a visitantes del estado y operará a 25% de capacidad.
La reapertura y pasos similares en otras partes del país reflejan un creciente optimismo, cuando las cifras de muertes por COVID-19 se desploman y los números de vacunados siguen creciendo, en claro contraste con el empeoramiento del desastre en India y Brasil y la escasez de vacunas en muchas partes pobres del mundo.
Aunque el número total de muertes por la pandemia en Estados Unidos rebasó los 575.000, la tasa de decesos ha caído a un promedio de 670 por día, muy abajo frente al pico de 3.400 a mediados de enero.
Para el viernes por la mañana, más de 99 millones de estadounidenses —más de 38% de todos los adultos— habían sido vacunados, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Un 55% de los adultos habían recibido al menos una dosis.
Sin embargo, aproximadamente 8% de los que han recibido una dosis de la vacuna de Pfizer o la de Moderna no han regresado para su segunda dosis, dijeron las autoridades. El doctor Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas del país, dijo que es importante completar el tratamiento de inyecciones para recibir la máxima protección contra el virus.
“Asegúrense de recibir la segunda dosis”, dijo en declaraciones a reporteros en la Casa Blanca.
Funcionarios de los CDC reportaron el viernes que fue ansiedad —no un problema con las vacunas— lo que causó reacciones adversas en decenas de personas atendidas en centros de vacunación en cinco estados a inicios de abril.
Muchas de las 64 personas se desmayaron o reportaron mareos. Algunas sufrieron náuseas o vomitaron y unas pocas sufrieron palpitaciones, dolores en el pecho u otros síntomas. Ninguna se enfermó gravemente.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el jueves que espera levantar las restricciones y reabrir plenamente los negocios de ciudad para el 1 de julio. De Blasio mencionó las crecientes tasas de vacunación y la declinación de las hospitalizaciones.
“Estamos listos para abrir a plenitud las tiendas, los negocios, las oficinas y los teatros”, dijo en MSNBC.
Sin embargo, el gobernador del estado, Andrew Cuomo, ha mantenido durante la crisis que esas decisiones le corresponden solamente a él. Dijo el jueves que le gustaría retirar las restricciones aún antes, si fuera posible.
“No quiero esperar tanto. Creo que si hacemos lo que tenemos que hacer, podemos reabrir antes”.
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