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Lo de Colombia ya es un estallido social y la ONU advierte de dura represión policial

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de Michelle Bachelet se declaró "alarmada" por la actuación de las fuerzas de seguridad.

Naciones Unidas denunció disparos y agresiones por parte de la Policía contra integrantes de uno de sus equipos sobre Derechos Humanos en el marco de los incidentes violentos registrados en las protestas del lunes en la ciudad colombiana de Cali y por los que la organización se mostró “profundamente alarmada”.

Colombia vive en un estado de grave agitación social desde el 28 de abril, cuando decenas de organizaciones sociales llamaron a un paro en rechazo a un proyecto de reforma tributaria impulsada por el gobierno de derecha de Iván Duque.

Desde esa jornada de manifestaciones, la gente se ha tomado con las calles en abierta señal de descontento y cansancio frente a las autoridades y se han mantenido protestas generalizadas en todo el país.

Este estallido social ha sido duramente reprimiendo, según lo señala la ONU.

Represión y amenazas de la policía

“Mientras dábamos seguimiento a (la) situación de (los) Derechos Humanos en Cali no hubo disparos directos contra (el) equipo ONU Derechos Humanos”, dijo la representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette de Rivero.

“Sin embargo, otros miembros de la comisión recibieron amenazas y agresiones, así como disparos por parte de la Policía, sin que nadie resultara impactado”, indicó De Rivero.

Así, reclamó que estos sucesos “sean investigados” y que los responsables sean “sancionados”.

Luego De Rivero expresó su “preocupación” por las informaciones sobre “un número no confirmado de personas muertas y heridas en Cali”.

“Llamamos al respeto por la vida de todas las personas solo así se fortalecerá la democracia y el Estado de Derecho”, manifestó De Rivero.

La reacción de Bachelet

La oficina general en Ginebra, encabezada por la Alta Comisionada Michelle Bachelet, se mostró también “profundamente alarmada” por el “terrible incidente” de Cali.

La ONU aún intenta “verificar el número de víctimas” causadas por la actuación de la Policía, que “abrió fuego contra manifestantes” que protestaban por la reforma tributaria.

“Expresamos nuestro impacto por estos sucesos y subrayamos nuestra solidaridad con quienes han perdido sus vidas, así como con los heridos y sus familias”, dijo la portavoz, Marta Hurtado.

Hurtado recordó que la mayoría de las protestas convocadas en estos últimos días en Colombia “han sido pacíficas” y apeló a la “calma”, recordando que corresponde a las autoridades hacer respetar los derechos y libertades más básicas, incluidas las de expresión o reunión.

“Las fuerzas de seguridad deberían respetar los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad para hacer frente a manifestaciones. Solo se pueden usar armas de fuego como medidas de último recurso y frente a una amenaza inminente para la vida o de heridas graves”, añadió.

Según las informaciones recogidas por el diario colombiano “El Espectador”, algunos de los presentes denunciaron la violencia de la intervención policial. Durante los incidentes fue incendiado un hotel en el que se hospedaba un grupo de policías.

Ante esta situación, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, convocó una reunión extraordinaria para abordar la situación. “A todos los secretarios, subsecretarios, gerentes, concejales, congresistas. A nuestra gobernadora. Los convoco ya a reunión y concejo de Gobierno en nuestra Alcaldía”, dijo a través de Twitter.

Casi una veintena de muertos

Las protestas contra la reforma tributaria, ya retirada por el presidente, Iván Duque, provocaron además la dimisión del ministro de Hacienda de Colombia, Alberto Carrasquilla, quien argumentó el lunes que su continuidad en el Gobierno “dificultaría la construcción rápida y eficiente de los consensos necesarios”.

El último balance ofrecido por la Defensoría del Pueblo colombiana recoge que, desde el jueves de la semana pasada, habrían muerto en Colombia en el marco de las protestas 19 civiles, por lo que solicita una investigación para determinar las causas y circunstancias de los decesos.

La ONU documentó desde el 28 de abril al menos 14 fallecidos en las protestas en diferentes partes de Colombia, entre ellos un agente de las fuerzas de seguridad.

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