A medida que los republicanos siguen adelante con su campaña para endurecer las leyes de votación en estados reñidos, algunos al interior del propio partido están preocupados de que las restricciones tengan un efecto contraproducente y dificulten a los electores republicanos emitir su sufragio.
Las restricciones impulsadas por los republicanos en Georgia, Florida, Iowa, Texas y Arizona están dirigidas al voto por correo, un medio utilizado por el electorado de ambos partidos pero particularmente popular entre los votantes de mayor edad. Las nuevas normas podrán ser descritas como en pro de la seguridad o de la confianza en las elecciones, pero en última instancia podrían suponer un obstáculo para segmentos cruciales de la coalición republicana, señalan republicanos preocupados.
“Las tácticas de supresión incluidas en esta iniciativa perjudicarían al Partido Republicano igual o más que a su oposición”, afirmó el representante republicano estatal de Texas Lyle Larson en una columna de opinión esta semana. “Uno solamente puede preguntarse: ¿los autores de la iniciativa intentan dificultar que los electores republicanos voten?”
El jueves, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó una ley que endurece sus normas electorales, mientras que en Texas, los legisladores republicanos debaten nuevos límites al voto. La cruzada por nuevas restricciones tiene lugar aun cuando el expresidente Donald Trump ganó el año pasado ambos estados y aunque las autoridades republicanas declararon que las elecciones habían sido transparentes y eficaces. Los críticos de las medidas dicen que éstas pretenden dificultar el voto a los electores demócratas.
Pero parte del impacto podría ser para ambos partidos. Las propuestas de Texas imponen restricciones al voto adelantado y prohíben a las autoridades de los condados enviar los formatos de solicitud de las papeletas a todos los electores registrados. Hasta el año pasado, los electores republicanos se inclinaban más que los demócrata a votar por correo. En 2016, 40% de los votos por correo fueron emitidos por electores que participaron en las primarias del Partido Republicano, en comparación con un 27% de participantes en primarias demócratas.
En Arizona, miles de electores republicanos podrían dejar de recibir automáticamente las papeletas por correo de conformidad con una propuesta que retiraría a los votantes poco frecuentes del padrón permanente.
La nueva ley de Florida exige que los electores soliciten sus papeletas para votar por correo cada dos años en lugar de cada cuatro. Los detractores dicen que esta medida podría disminuir aún más la afluencia de electores durante los comicios que no son para presidente ni para elecciones intermedias.
Cualquier cambio a la votación por correo en Florida sin duda afectará a los electores de mayor edad.
“Cualquier cosa que dificulte a la gente emitir su voto tendrá enormes repercusiones en los adultos mayores”, dijo el senador estatal republicano de Florida Jeff Brandes, quien votó en contra de la iniciativa.
Señaló que muchos adultos mayores viven en el distrito del condado Pinellas que él representa. “No creo que muchos de ellos entiendan las amplias implicaciones de esta iniciativa. No creo que muchos legisladores la entendieran cuando estaba en proceso”.
Los republicanos en otros estados están apremiando de igual manera. En Ohio, otro estado dominado por los republicanos, se presentó un proyecto de ley el jueves para restringir la instalación de los buzones para voto adelantado, eliminar un día de votación adelantada y endurecer los requisitos de identidad a los electores.
En general, los republicanos que están de acuerdo dicen que los cambios tendrán repercusiones mínimas en los electores y aumentarán la confianza pública.
“Continuará siendo fácil votar después de que esta iniciativa sea promulgada”, dijo el representante estatal de Iowa Bobby Kauffman a sus colegas cuando los exhortó a que apoyaran su propuesta promulgada en marzo. “Esta iniciativa protege el derecho de los habitantes de Iowa a votar, y aumenta la certeza y seguridad para hacerlo”.
Los legisladores republicanos se han concentrado este año en las normas del voto por correo después de un notable cambio en los patrones de votación en las elecciones de noviembre, que redundó en que los demócratas emitieran un mayor número de votos por correo en un puñado de estados cruciales.
Eso se dio tras un año en el que los electores republicanos escucharon reiteradamente de Trump que la votación por correo era insegura y estaba plagada de fraude, aunque no presentó pruebas. La pandemia también alentó al electorado demócrata a votar por correo para evitar las aglomeraciones en los centros de votación.
Queda por verse si esta tendencia se mantiene a medida que se flexibilizan las restricciones por la pandemia y la gente retoma sus hábitos de votación previos a la pandemia. Antes, en especial en lugares como Florida, eso se traducía en un aumento en el número de republicanos votando por correo.
“Cuando restringes el acceso reduciendo las oportunidades a los electores, estás suprimiendo el sufragio a todos los votantes”, dijo Adrian Fontes, ex director electoral demócrata en el condado Maricopa, en Arizona. “Muchas de las restricciones propuestas por los republicanos son producto de su ignorancia sobre los hábitos de votación de sus propios electores”.
En Iowa, 76% de los electores votaron en noviembre, una de las tasas más altas de la nación, y los republicanos ganaron abrumadoramente diversas contiendas. Trump ganó con facilidad en el estado aunque se esperaba una reñida contienda; el republicano Joni Ernst fue reelegido para el Senado federal, y los republicanos sumaron otras dos bancas en la Cámara de Representantes federal sin mayores problemas o quejas de fraude.
Y sin embargo, los legisladores estatales aprobaron varios cambios a las leyes electorales, incluido un nuevo plazo para los votos por correo que podría aumentar el número de papeletas rechazadas si llegan con demora. Previamente, los votos por correo eran contados en Iowa siempre y cuando llevaran el matasellos del día previo a la elección y fueran recibidas el mediodía del lunes siguiente.
Si el nuevo plazo para la jornada electoral hubiera estado en vigor en noviembre pasado, ello habría resultado en la eliminación de 689 papeletas de electores republicanos registrados, 649 de demócratas y 616 sin filiación, según una revisión de los datos estatales.
Eso, combinado con el nuevo periodo de sólo 20 días para que los secretarios puedan enviar las papeletas, significa que los habitantes rurales que prefieran votar por correo tendrán menos tiempo para recibir sus papeletas, llenarlas y enviarlas. En 2020, este periodo abarcaba 29 días, y en 2016 era de 40 días.
Todo esto sin duda afectará las zonas rurales del estado, donde el servicio postal es en general más lento.
“Los condados rurales más pequeños tienen una población más grande de adultos mayores que típicamente votan de manera adelantada por motivos relacionados con el clima o la salud. ¿Por qué les estamos dificultando votar?”, preguntó en febrero a los legisladores la republicana Rebecca Bissell, comisionada electoral del condado Adams.
En Florida, los republicanos tienen desde hace mucho la ventaja en votación por correo. En 2016, votaron por correo 940.000 más republicanos. Pero en noviembre pasado, los demócratas rebasaron en 680.000 a los republicanos en medio de un total récord de 4,8 millones de votos emitidos por correo. Trump terminó ganando el estado por unos 3 puntos porcentuales.
DeSantis, al firmar el proyecto de ley durante una transmisión en vivo de “Fox & Friends”, describió la iniciativa como “la medida más firme para la integridad de las elecciones en el país” y afirmó que se necesitan restricciones más estrictas en los buzones donde se depositan las papeletas con el fin de proteger la seguridad de los votos.
Grupos que defienden el derecho al voto afirman que los republicanos cuentan con la motivación y los privilegios de sus propios electores para superar cualquier obstáculo que pudieran enfrentar, dejando a los votantes pobres y de las minorías como los más perjudicados con estas restricciones.
Mac Stipanovich, un exoperador republicano, señaló que existe un riesgo de que las nuevas normas electorales en Florida pudieran terminar teniendo consecuencias no deseadas.
“También existe la posibilidad de que al dar la impresión de que tratas de impedir de forma intencional que las personas pobres no blancas voten, los incites y causes exactamente la reacción que no querías”, dijo Stipanovich.
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