El fabricante de vehículos eléctricos Tesla dejará de aceptar pagos con bitcoins, tuiteó el miércoles el director general de la compañía, Elon Musk, alegando preocupaciones ambientales.
“Nos preocupa el rápido incremento en el uso de combustibles fósiles para el acuñamiento y las transacciones con bitcoins, en especial el carbón, cuyas emisiones son las peores de cualquier combustible”, dijo Musk en Twitter. Añadió que la criptomoneda es “una buena idea en muchos aspectos”, pero que su promesa no puede ser a “un gran costo para el medio ambiente”.
Tesla añadió que no venderá ninguna de las bitcoins que posee.
El precio del bitcoin cayó alrededor del 5% a 51.847 dólares después de los tuits de Musk. Las acciones de Tesla cerraron el miércoles con una pérdida de 4,4%.
Tesla informó en febrero que había invertido alrededor de 1.500 millones de dólares en bitcoins y que planeaba empezar a aceptar la moneda digital como forma de pago “pronto”. El valor de mercado de los bitcoins de Tesla al 31 de marzo era de 2.480 millones de dólares, según registros de valores.
Los bitcoins deben su existencia a las computadoras, que a su vez dependen de la electricidad. El número de computadoras y la energía necesaria para su uso va en aumento. El creciente valor del bitcoin está relacionado directamente con la cantidad de energía que utiliza.
Los mineros de bitcoin desbloquean la criptomoneda mediante la solución de complejos problemas criptográficos. A medida que sube el valor del bitcoin, los problemas se vuelven cada vez más difíciles de resolver, por lo que se requiere de mayor potencia de computo para su solución. Los estimados de cuánta energía utilizan los bitcoins varían.
Un estudio realizado en 2019 por investigadores de la Universidad Técnica de Múnich y del Instituto de Tecnología de Massachusetts llegó a la conclusión de que, a finales de 2018, toda la red de bitcoin era responsable de la emisión de 22,9 millones de toneladas de CO2 al año, cantidad similar a la de una ciudad grande de Occidente o a un pequeño país en desarrollo como Sri Lanka. El total de emisiones globales de gases de efecto invernadero por el consumo de combustibles fósiles fue de unas 37.000 millones de toneladas el año pasado.
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