La tercera ola de coronavirus azota con dureza a Bolivia tras registrar las cifras más altas de contagios y decesos desde el inicio de la enfermedad en el país andino en marzo del año pasado.
Los hospitales están saturados en varias ciudades, lo que ha obligado a las autoridades a aplicar restricciones nuevamente mientras la campaña de vacunación contra el COVID-19 marcha con lentitud.
Las regiones más afectadas son Santa Cruz, al este; Cochabamba, al centro; Oruro, al oeste y La Paz, en la cuales se han tomado medidas restrictivas.
En el último reporte del Ministerio de Salud, el país rompió récord en los contagios por día llegando a 3.005, la cifra más alta desde el comienzo de pandemia en marzo. Y el viernes se superó la cifra más alta de fallecidos con 87 en un día.
En Santa Cruz y Cochabamba, las más castigadas, las autoridades dispusieron una cuarentena los domingos.
En La Paz, se reduce el aforo al 50% en restaurantes, mientras que en Santa Cruz será a un 30%.
Las autoridades sanitarias atribuyen el repunte de contagios a la circulación de variantes más contagiosas, a una lenta vacunación debido a la escasez de inmunizantes y a un relajamiento de las medidas de protección por parte de la población.
Álvaro Terrazas, viceministro de Gestión del Sistema Sanitario, expresó el sábado a EL DEBER Radio, que se prevé que en una a dos semanas se registren los picos “más importantes” de esta tercera ola.
La campaña de vacunación ha llegado a 1,3 millones de personas entre la primera y la segunda dosis de Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm y Pfizer, según el Ministerio de Salud, que espera vacunar a 7,5 millones de personas.
Bolivia acumula hasta ahora 346.070 contagios y 13.857 decesos, según las cifras oficiales.