La directora de Seguridad de Luma Energy, Michelle Fraley, sostuvo que, desde que el juez Alfonso Martínez Piovanetti emitió un entredicho provisional para que organizaciones laborales desistieran de impedir los trabajos de la red eléctrica, el consorcio no ha enfrentado mayores problemas para ejecutar las funciones para las que fue contratado.
No obstante, Fraley planteó que previo a la orden judicial contra la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego y la Asociación de Jubilados de la Autoridad de Energía Eléctrica, emitida el 4 de junio, Luma, que contó con un periodo de transición de 11 meses, tuvo que hacer “un esfuerzo más allá de lo que esperaba” para llevar a cabo las labores.
“El mejor ejemplo es la (oficina) técnica de Utuado, a la cual no pudimos entrar el 1 de junio y no (pudimos acceder) hasta que el juez emitió el TRO (orden de restricción temporera), dándole una orden a la Policía de que si estaban bloqueando acceso para Luma ellos tenían el deber ministerial de leer el TRO para que los manifestantes se salieran del bloqueo o si no iban a ser arrestados. Esto causó que muchos de los despachos se retrasaran. Si usted tiene un despacho o una técnica para hacer trabajo en Utuado, si usted está ahí no tiene que viajar mucho. Pero si usted tiene que despachar para Utuado desde Carolina, a las brigadas les toma mucho más tiempo llegar al lugar donde tiene que hacer el trabajo, lo cual reduce el número de querellas que puedan atender”, indicó Fraley, excomisionada de la Policía de Puerto Rico.
Fraley, igualmente, dijo que, para garantizar la entrada en servicio de Luma el 1 de junio la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) optó por “preposicionar” equipo y vehículos en lugares estratégicos desde varios días antes.
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Aunque Fraley no lo mencionó en la rueda de prensa virtual, en las semanas previas al 1 de junio fueron constantes las quejas de clientes y alcaldes por las tardanzas de la AEE para atender averías, al tiempo que los abonados sin servicio llegaron a superar los 30,000 en varias ocasiones. Asimismo, empleados de la AEE denunciaron que la corporación pública les impedía acceso sus herramientas de trabajo, como los camiones canasta, que podían observarse estacionados en espacios como complejos deportivos.
“El número de amenazas que recibieron empleados que eran de la AEE y ahora de (Luma) nos puso en una situación en la que tuvimos que buscar lugares alternos para preposicionar vehículos, personal, herramientas y piezas para poder hacer despachos desde esos lugares centralizados y no desde los lugares que normalmente se hacen”, narró Fraley.
A preguntas de Metro, Fraley no pudo precisar la cifra global de querellas radicadas por Luma Energy como consecuencia de daños a la propiedad o amenazas o agresiones a su personal. Sin embargo, describió varios incidentes, incluyendo la situación en la técnica de Utuado que, según dijo, se reportó en dos “megaquerellas” a la Policía.
“Tenemos querellas que han hecho empleados de amenazas que han recibido por texto y por teléfono. Esas querellas se han hecho y además se han referido a la sección especializada de crímenes cibernéticos de la Policía. De ayer tengo constancia de la última que recibimos y el empleado fue para que hicieron lo propio. La otra es la parte de daños a la propiedad, como las de Utuado. Yo les llamo megaquerellas porque tienen un sinnúmero de evidencia con la que se determinará qué cargos se van a radicar. También hay querellas como la del muchacho que se encontró la soga en la silla, que decidió hacer una querella. Hay un sinnúmero de querellas a nivel personal con la percepción de las amenazas que recibieron, en adición a las cosas que son físicas”, señaló la jefa de Seguridad de la empresa.
En el caso de Utuado, indicó que las querellas describen daños a vehículos, “cablería que fue cortada, incluyendo cablería de teléfonos y computación, dejando la técnica de Utuado totalmente separada de conectividad con el resto de la isla”.
Ataques anticipados
La jefa de Seguridad admitió que “nadie debe estar sorprendido” de los ataques cibernéticos e intentos de fraude de los que han sido objeto Luma Energy y los clientes en sus primeras semanas a cargo del sistema eléctrico del país.
Ayer, precisamente, la compañía alertó de un esquema de fraude telefónico y por correo electrónico, de parte de personas que intentan hacer gestiones de cobro haciéndose pasar por empleados de Luma Energy.
Asimismo, la semana pasada se reportó un patrón de ataques cibernéticos en los que, esencialmente, usuarios falsos acceden a la aplicación electrónica de Luma Energy para sobrecargar la plataforma, lo que impide a usuarios reales recibir efectivamente los servicios, como realizar pagos o revisar sus cuentas.
“Esto lo hemos visto en otras instancias (por ejemplo), cuando salieron los beneficios federales del PUA (beneficio de desempleo pandémico), cuando cosas nuevas empiezan la gente busca maneras de tomar ventaja de eso y de la ignorancia, en este caso, de nuestros consumidores”, subrayó Fraley.
Sobre los ataques a las plataformas de Luma Energy, Fraley mencionó que “la situación ha mejorado”, pero que es necesario auscultar medidas “adicionales”.
La coronela no pudo precisar el gasto en que ha incurrido Luma Energy para proteger sus sistemas electrónicos ni la cantidad de clientes que se han visto afectados, pero aseguró que hasta el momento no tiene conocimiento de que información sensitiva de los abonados se haya visto “comprometida”.
“Esto es una situación en que tienes personas externas creando un flujo enorme en la demanda de utilización, no necesariamente entrando buscando ninguna data”, indicó.