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Ser trans en Puerto Rico: un reto de acceso digno a servicio esenciales

Los prejuicios permean en el proceso de buscar servicios o acceder a derechos reconocidos a la comunidad trans.

bandera de orgullo trans GettyImages

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La desigualdad y precariedad a la que se enfrentan personas de experiencia trans en Puerto Rico, ha limitado el acceso a servicios esenciales como la salud, educación, vivienda y oportunidades de trabajo.

Tres activistas de la comunidad trans detallaron a Metro Puerto Rico los retos a los que se enfrentan en la vida cotidiana para garantizar una calidad de vida digna. Entre ellos, la discriminación laboral, la falta de continuidad y efectividad en aplicar la política pública, y el poco acceso a profesionales de la salud.

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Ivana Fred

Ivana Fred ha sido por años la voz de diferentes organizaciones comunitarias que defienden los derechos de la comunidad trans en Puerto Rico. Según contó, el reto común al que se enfrentan es “la aceptación dentro de un mundo tan cruel“.

Fred, apuntó que es “triste” ver cómo las personas trans siguen enfrentándose a la falta de empatía.  “Es fácil ver a la gente señalando porque hay muchas personas del colectivo trans realizando trabajo sexual, pero no veo que paren a preguntar qué podemos hacer sin que se brinde oportunidades de salir de ahí“, expresó.

Por otra parte, resaltó que -aunque hay aliados en la legislatura- falta que se “implementen leyes que realmente sean monitoreadas” y que las promesas no se queden en el aire. “No es justo que en el siglo 21 estemos luchando porque se nos de un trato digno. En otros países las cirugías son costeadas por el mismo gobierno y aquí en Puerto Rico todavía estamos hablando de comenzar el uso de hormonas costeadas por el plan del gobierno“, explicó.

En el ambiente familiar, contó desde su experiencia la importancia de la familia en el proceso de afirmación de género. “Cuando uno siente el apoyo de mamá y papá pues la vida se te hace más fácil… el amor puede con todo”. 

Natasha Alor

Drag queen y activista. / Suministrada

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Reconocida por usar las redes sociales para alzar su voz contra el discrimen, Natasha Alor describió los constantes intentos de silenciarla por parte de personas que rechazan su identidad de género. Sin embargo, continúa sus esfuerzos.

“Uno de los retos principales es la falta de oportunidades de empleo que hay para personas trans, incluso teniendo grados académicos”, explicó Alor, quien contó que ella misma fue removida de su empleo cuando empezó su transición. “Si no tienes una oportunidad de empleo no tienes un ingreso seguro, pues no puedes acceder a servicios básicos como es una vivienda o comer o ir al médico”.

La comunicadora, explicó que los procesos burocráticos y las microagresiones a las que se enfrentan al buscar servicios del gobierno añaden retos adicionales. “Eso nos desmotiva de ir a buscar las ayudas porque no hay personal capacitado en estas agencias de gobierno para tratar a las personas trans con decencia humana“, apuntó.

Alor contó que muchas personas deben conseguir sus tratamientos hormonales de forma clandestina por falta de recursos. “Incluso asistiendo a clínicas, me han dejado sin hormonas porque no hay citas para ir a ver a mi médico. Entonces tengo que encontrar otras formas de conseguir mis hormonas”. 

De padre pastor y madre maestra en escuela cristiana, Alor narró que se siente privilegiada por ser aceptada por sus padres. “Si mis padres, que son religiosos de toda la vida, lo pueden hacer, cualquier otra persona cristiana lo puede hacer”, dijo.

Justin Jesús Santiago

El legado de Justin Jesús Santiago ha servido de ejemplo para nuevas generaciones de personas trans en la Isla. Al ser el primer hombre trans masculino que validó su identidad de género en el certificado de nacimiento, Santiago creó un precedente. Sin embargo, describió que vivimos en un país de “espacios hostiles” pues “el propio estado lo valida y lo propicia”.

“Yo pretendo que la sociedad puertorriqueña entienda que nosotros, los hombres trans masculinos, existimos y tenemos el derecho a existir y vivir en una sociedad con libertad, en paz y armonía y que tenemos el derecho de que se nos validen todos los derechos humanos”, dijo.

Para Santiago, aunque el acceso a la educación puede ser igual que para el resto de la población, “el problema es que tenemos muchas chicas, chicos y chiques, personas no binarias, que tienen maestrías y hasta doctorados”, pero tienen trabajos mal remunerados.

“El propio estado en su opresión contra la diversidad sexual, es el que auspicia que nosotros, las personas trans, vivamos en precariedad. La realidad es que la desigualdad que aflora precisamente en la falta de vivienda, en la falta de salud, la falta de servicios apropiados y dignos, en la falta de todo lo que es básico para un ser humano, hace que vivamos así”, abundó.

Los activistas resaltaron servicios como los que ofrece True Self Foundation de Puerto Rico, la clínica Trans Salud de San Juan y el Centro Comunitario LGBTTQ, donde familias pueden acceder de manera gratuita a servicios psicológicos.

Además, señalaron la importancia de crear una red de apoyo dentro de la comunidad trans para encontrar un espacio de seguridad y amor propio.

Aquí puedes ver el vídeo de la conversación:

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