Una plaga de ratones que afecta a Australia desde hace semanas sigue causando estragos en el país oceánico.
Según informa The Sun, la esposa de un granjero debió ser hospitalizada de urgencia luego que un ratón le mordiera el globo ocular mientras estaba durmiendo.
Acorde al medio británico, ella es una de las tantas personas que han debido enfrentar diversos problemas ante la gran cantidad de roedores.
Mick Harris, quien vive en la localidad de Narromine, relató qué un día despertó tras sentir a un ratón caminando sobre su rostro.
“Sentí una sensación peluda y cosquilleante cuando se arrastró desde detrás de la oreja hasta mi mejilla. Hizo que mi piel se erizara y salté de la cama”, relató.
Te recomendamos:
- Más de 40 empresas buscan contratar personas en feria de empleo
- Insisten en ajuste salarial a profesores sin plaza en la Universidad de Puerto Rico
- Varios alcaldes reclaman que miles de familias y negocios están sin electricidad
En ese sentido, afirmó que “durante el resto de la noche no dormí nada ni cerré siquiera un ojo, hasta que atrapé al ratón en una trampa debajo de la cama”.
Su esposa en tanto también sufrió un horrendo despertar por un roedor, luego que le mordiera su dedo anular.
“Estaba horrorizada. Tenemos dos niños pequeños. Te preocupa que cuando se despiertan llorando es porque tienen un ratón en la cama”, expresó.
Shirilee Jackson, una madre de tres hijos, relató que su automóvil quedó estropeado en solamente una noche, por el actuar de los ratones.
“Me desperté a las cinco de la mañana y encontré los cinturones de seguridad masticados, la unidad de calefacción, el piso, el reposacabezas y el asiento de seguridad del niño masticado. Es simplemente irreal, en cuestión de 10 horas”, indicó al medio A Current Affair.
En ese sentido, un mecánico señaló que recibe cerca de cuatro automóviles dañados por día producto de los roedores.
Al respecto, manifestó que a un conductor le fallaron los frenos en una curva peligrosa y otro casi sufre el incendio de su vehículo.
“Las ratas habían construido un nido debajo de la cubierta del motor y habían masticado la línea de combustible y habían hecho que perdiera gasolina por todas partes”, concluyó.